En 2005, los técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) visitaron la comunidad Alacao, ubicada en Guano, provincia de Chimborazo. Allí encontraron piezas de oro que pertenecían a los indígenas elenpata.
Ellos fueron parte de la nacionalidad Puruhá. Según publicaciones del investigador Silvio Luis Haro, editadas en 1977, se caracterizaron por moldear metales como el oro y el cobre.
Las muestras fueron enviadas al laboratorio del Instituto. El examen químico indicaba que las piezas tenían oro de 18,4 quilates; además los arqueólogos determinaron que en el lugar existía un cementerio. Al mismo tiempo, se denunció que en la zona los huaqueros saqueaban las piezas por las noches. Pese a la oposición de la mayoría de campesinos de Alacao, el Instituto realizó las excavaciones.
Se encontraron varias piezas. La entidad firmó un convenio con el Municipio para asesorar la instalación de un museo. Miembros de la Fiscalía y la Policía Judicial hallaron en Alacao azadones, baldes y otros objetos utilizados para extraer las piezas de oro y cerámica. El INPC confiscó 42 piezas que eran ofrecidas en una joyería de Guano. La presión de los técnicos del Instituto fue vital en este caso.
‘La ley debe regular a medios públicos, estatales y privados’
Entrevista a Frei Betto
Teólogo y articulista brasileño
Redacción Política
Usted afirma que los medios de comunicación solo buscan audiencias para sus anunciantes. ¿Por qué esa crítica tan fuerte?
Yo soy un crítico de la programación de la televisión, no tanto de los periódicos, revistas y radioemisoras. En Occidente, la televisión ha optado por más entretenimiento y menos cultura. Este entretenimiento, en general, va en contra de los DD.HH., a un desprestigio de los pobres…
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Carlos Alberto Libânio (conocido como Frei Betto). Es uno de los pilares de la Teología de la Liberación en América Latina. Estuvo en Quito para conmemorar los 100 años del nacimiento de monseñor Leonidas Proaño. Es articulista de varias publicaciones
¿En la televisión priman los intereses comerciales?
Sí. Mientras más audiencia, es mejor para ellos. Un sueño de las grandes cadenas es el programa Big Brother. No conozco otro programa más irrespetuoso de los DD.HH. que esa serie. Hay un canibalismo total. La gente está cerrada en una casa, no hay ninguna discusión provechosa para el público, el uno trata de comerse al otro en el doble sentido. Estimula mucho la competencia, la falta de solidaridad, la posibilidad de que uno pase por sobre el otro.
¿Cómo se pude lograr equilibrio entre entretenimiento y educación?
Ese es el reto: crear un mecanismo de información y cultura que sea atractivo. Muchas veces, la gente que edita programas de entretenimiento es muy creativa, pero cuando se trata de cultura o de educación es muy aburrida.
¿Cómo lograr una regulación en los contenidos?
Son necesarias una o varias leyes para los medios públicos, estatales y privados… Los medios públicos y estatales no pueden estar por fuera de esta regulación. Estos tienen que ser lo suficientemente inteligentes para no ser estatistas. Estos medios deben estar por encima de los intereses políticos del Gobierno. Si es un medio administrado inteligentemente, no va hacer nada de lo que hacen los privados. Un ejemplo: transmitir solo las tragedias en Haití, también tendría que tratar las causas.
¿Eso no está pasando por los medios?
En mi país no he visto la historia de opresión de Haití, por parte de estas mismas naciones que ahora se ponen de buenas samaritanas. Toda la dictadura de Duvalier fue “Made in USA”. Entonces, hay que tener vergüenza, hay que poner la mano en el pecho y decir “nosotros somos los culpables también de la tragedia…”.
¿Cómo debe ser la regulación de los contenidos? El sector privado ha planteado una autorregulación…
No hay autorregulación. El sector privado quiere quitar totalmente la injerencia pública en su área. No quieren libertad, quieren más liberalismo. Yo estoy en contra de eso. El Estado representa al conjunto de la sociedad y tiene el deber y derecho de preservar los derechos de la sociedad.
¿Quién debe ejercer ese control?
El Estado es capaz de crear instituciones con la participación de la sociedad civil para ejercer ese control, que no sean solo los funcionarios estatales, que sea también con representantes de los varios sectores de la sociedad.
En Ecuador se discute la creación de un Consejo de Comunicación en el que aparentemente tendría el control el Gobierno. ¿Usted ve un riesgo?
El riesgo siempre existe. En cualquier instancia siempre habrá una lucha por el poder, eso es parte de la naturaleza humana. Entonces es necesario enfrentar esa realidad porque, si el Gobierno busca el control, la iniciativa privada también lo va hacer.
¿Cómo se debería integrar ese Consejo?
No sé. No tengo una receta.
¿Cómo evitar que los espacios de los medios asignados para el Estado sean usados como espacios de propaganda política?
Es necesario discutir la proporción de cada cosa. No se puede permitir que se haga propaganda de bebidas alcohólicas en espacios destinados solo para niños. Sería un absurdo usar esos espacios para hacer campañas ideológicas. La gente no es tonta, no soporta esos discursos de querer meter ideas en la cabeza.
¿Por qué surgió este debate sobre la regulación de la comunicación en Venezuela, Ecuador y, ahora, Bolivia?
Porque son gobiernos democráticos populares. De ello no se preocupan Uribe, en Colombia; ni García, en Perú; que representan a un pequeño sector de la sociedad que tiene el poder.
En Venezuela hay manifestaciones porque un canal privado fue cerrado por no transmitir el programa oficial de los domingos…
En Venezuela hay una Ley de Comunicación, con criterios definidos, que no fueron observados. En el caso de ese canal Chávez esperó que termine el plazo de concesión.
¿Los medios de comunicación son un poder fáctico?
Yo aprendí que hay cuatro poderes constituidos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Y que había un cuarto poder que era la prensa, pero ahora estoy convencido que ellos son el primer poder. Quien tiene el poder sobre la prensa, tiene el poder sobre los otros tres. Por ello es necesario regularlo.