Industria farmacéutica
El Gobierno adopta la industrialización vía sustitución de importaciones. Senplades propone reducir sustancialmente las importaciones en el cuatrienio.
Las restricciones a las importaciones dictadas para contrarrestar el fortalecimiento del dólar con la gran recesión (proceso ya revertido) se reemplazarán con otras permanentes.
Como gran ganadora se perfila la industria farmacéutica. Esta industria fue la gran perdedora de la apertura de los últimos 25 años, ya que los laboratorios multinacionales, excepto Grünenthal, cerraron sus instalaciones e importan los fármacos.
Por los aranceles, algunos laboratorios extranjeros contratan con laboratorios locales que les produzcan fármacos para el mercado interno.
A lo anterior se suma el anuncio presidencial que los hospitales estatales y del IESS licitarán la compra de medicamentos en dos etapas: la primera, exclusiva para los fármacos nacionales, y sólo si no hay ofertantes, habrá una segunda convocatoria, en la que podrán ofrecerse fármacos importados.
Hay una tercera medida, más radical: mediante decreto, el Presidente determina que el IEPI emitirá licencias obligatorias para producir fármacos. Las multinacionales dueñas de patentes perderían el derecho de exclusividad. Los fármacos, que así determine el Ejecutivo, podrán producirlos los laboratorios nacionales pagando una regalía que la determinará el IEPI, y cuyos mínimo y máximo están fijados en el Decreto. El Presidente del IEPI es experto en industria farmacéutica.
Pasemos por alto el intríngulis jurídico en que se verán involucrados las transnacionales, los laboratorios latinoamericanos y los nacionales, y si las medidas a tomarse serán compatibles con los acuerdos internacionales a los que se adhiere el Ecuador.
Recordemos que el planteamiento tanto de Washington como de Bruselas, de incluir en los TLC respectivos el fortalecimiento de los derechos de propiedad intelectual, más allá de lo establecido por la OMC, es el motivo de fondo para que el presidente Correa desechara ambos. Tantas medidas favorables deberían redundar en que los laboratorios nacionales se esfuercen por fortalecer su capacidad de producción, adquirir equipos y contratar personal altamente capacitado para aprovechar el gran mercado que se le abre.
Pero a su vez, el Presidente plantea una gran empresa mixta, del Estado ecuatoriano con Cuba, para la producción de genéricos, con miras a abastecer al sector público. Lo que plantea el interrogante si las intenciones del Gobierno son favorecer a los laboratorios nacionales, o si son pasos previos a la incorporación de la producción de fármacos al sector público. De ello depende que los laboratorios nacionales se amplíen y modernicen, o se limiten a aprovechar su actual capacidad ociosa.