Harare, AFP
Un experto de la ONU sobre la tortura no logró entrar a Zimbabue, donde los ministros de Africa austral trataban este jueves de calmar la crisis entre el presidente Robert Mugabe y el primer ministro Morgan Tsvangirai.
El relator especial de las Naciones Unidas sobre la tortura, Manfred Nowak, no logró entrar a Zimbabue el miércoles en la noche, cuando llegó al aeropuerto de Harare, y partió de ese país el jueves en la mañana junto con sus dos colaboradores.
El incidente se produjo en un contexto de crisis recurrente entre Mugabe y Tsvangirai.
Nowak había sido invitado antes de que estallara la crisis por el gobierno de unión de Zimbabue para una misión de investigación de ocho días que debía comenzar el miércoles.
El martes, cuando ya se encontraba en la vecina Sudáfrica, Nowak fue informado de que se le retiraba la invitación. Sin embargo, al mismo tiempo recibió una invitación directa de Tsvangirai para una entrevista el jueves.
Este jueves, el cotidiano estatal The Herald acusó a Nowak de haber querido “incrustarse en Zimbabue”.
Según este diario, la invitación fue retirada pues coincidía con la llegada de una misión de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) .
La delegación regional, compuesta de ministros mozambiqueño y zambianos y del secretario general de la SADC, Tomaz Salomao, se reunía este jueves con las diferentes partes del gobierno de unión.
El gobierno de unión fue formado en febrero por Mugabe y Tsvangirai y consiguió trabajar durante ocho meses a pesar de numerosos conflictos.
Este relativo entendimiento se quebró a mediados de octubre con la detención de un allegado del primer ministro, el ex granjero blanco Roy Bennett.
Amnistía Internacional estimó que la situación de los derechos humanos se ha deteriorado en Zimbabue y citó varios “arrestos ilegales y juicios infundados”.