16 851 estudiantes venezolanos, en el sistema educativo del Ecuador

Chicos venezolanos se han acoplado y hecho amistades en instituciones de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Chicos venezolanos se han acoplado y hecho amistades en instituciones de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Chicos venezolanos se han acoplado y hecho amistades en instituciones de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.

Desde ya imagina su primer día de clases. Será en una nueva escuela, de un nuevo país. Al llegar -comenta Nayredli Manrique, con una convincente soltura- quisiera que sus compañeros de clase le pregunten: ¿quieres ser mi amiga?

La pequeña de 8 años fue inscrita para el ciclo Sierra 2019-2020, que se iniciará en septiembre. Hace dos meses llegó a Ecuador con su hermana Niredli, de 13, y su mamá, Wuanda Manrique, por la crisis que afecta a su país, Venezuela.

El 26 de julio conocerán las instituciones fiscales en donde serán ubicadas en Quito. La madre y su esposo Milton López admiten sentir nervios. Temen que sus hijas no sean aceptadas, pero -comentan- les han aconsejado tener la mejor actitud que puedan.

Los datos del Ministerio de Educación, del ciclo que finalizó en Sierra y Amazonía y el vigente en Costa reflejan que hay 16 851 alumnos venezolanos en planteles fiscales, fiscomisionales, municipales y particulares. La mayoría de ellos está en el sistema público y cursa de primero a décimo de básica.

Esto representa el 0,38% de los 4,3 millones de estudiantes del país. Los alumnos venezolanos son la mayor población de extranjeros. Hay también 0,18% de colombianos, y el 0,03% de peruanos.

Según Educación, en el período 2017-2018 se registraron 34 000 alumnos extranjeros.

Jordan León trajo de Venezuela a su hijo de siete años, hace dos. Estudia en una escuela particular, en Manta. El padre asegura que para el pequeño fue fácil acoplarse, ya que hace amigos con facilidad.

Todos los días, Camilo llega contento a su casa y les cuenta a sus papás lo que hizo, con quién jugó y lo que aprendió.

Autoridades de instituciones educativas señalan que así como hay chicos que se acoplan sin problema, a otros les cuesta aceptar que dejaron atrás a sus amigos y que deben empezar una nueva historia.

Incluso, anota Eulalia Ramos, rectora del Colegio Eloy Alfaro, se debe analizar el estado emocional de los chicos, que influye en su rendimiento académico y en su disciplina.

Un joven, por ejemplo, mostraba mal comportamiento y no quería estudiar, recuerda la rectora. El muchacho repetía que ansiaba regresar a Venezuela. Pero su padre, con quien vive en Ecuador, considera que aquí tendrá un mejor futuro.

Andresa Villalba, docente del Colegio República de Bolivia, de Quito, apunta que los jóvenes venezolanos se adaptan a las aulas de Ecuador con mayor facilidad que los niños.

Académicamente, relata la maestra, registran muchos casos de estudiantes venezolanos que tratan de sobresalir.

La rectora Ramos comenta que, con la llegada de un chico venezolano, los adolescentes se acercan y le hacen preguntas. Los docentes vigilan -dice- que no exista xenofobia y fomentan la igualdad.

En el República de Bolivia se previene la xenofobia a través de campañas y actividades.

Ana Lucía Espinel, consejera, cuenta que se sensibiliza a los estudiantes sobre la diversidad cultural y la igualdad. Entre las metodologías aplicadas menciona ‘Respiramos inclusión’, que impulsa el Ministerio, en coordinación con la Agencia de la ONU para Refugiados (Acnur) y Unicef.

Todo se sustenta en el artículo nueve de la Constitución, que establece que los extranjeros en Ecuador tendrán los mismos derechos y deberes. Además, en el Código de la Niñez y la Adolescencia consta el principio de interés superior hacia los niños y sus derechos. También la responsabilidad del Estado de garantizarlos.

Consciente de esos derechos, Tania (nombre protegido) agradece las oportunidades que tiene acá y se esfuerza por alcanzar un buen rendimiento. La chica de décimo de básica no olvida que se le dificultó entender la cultura local, en temas de Ciencias Sociales, pero eso no la ha frenado.

Diego Sinailin, docente del área, dice que los estudiantes venezolanos son los más interesados en su materia. Comparten con sus compañeros datos sobre la realidad venezolana y hacen comparaciones, en un ejercicio de clases, para abordar la realidad regional.

En el régimen Sierra-Amazonía, las inscripciones ordinarias para ingresar por primera vez al sistema público, el próximo ciclo, concluyeron.

5 966 aspirantes extranjeros (90% venezolanos) se inscribieron en el sistema fiscal en esta convocatoria. El 74%, en Pichincha. Una cifra similar de extranjeros se inscribió en el período Costa vigente.

El jueves pasado, en el recreo del Eloy Alfaro, el venezolano Jhon (nombre protegido) jugaba fútbol en un grupo de siete chicos. Dijo sentirse a gusto. “Porque yo le cuido”, interrumpió bromista su amigo. Sonrieron y se abrazaron.