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Sin energía, el agua escasea en Loja

Redacción Cuenca
ecuador@elcomercio.com

La prolongada sequía en la provincia de Loja no solo está acabando con el escaso verdor de ceibos, faiques y algarrobos. También han  disminuido las  fuentes de agua para el consumo humano.

Otras afecciones
En Macará,    el funcionamiento parcial del Plan Maestro de Agua Potable ayuda a mantener el servicio de agua potable por cuatro o seis horas diarias.
En Zapotillo,    se registran cortes repentinos del servicio de agua potable, desde el viernes pasado. En esa ciudad también funciona un sistema de agua subterránea, con energía eléctrica.En Paltas  , el Municipio amplió el control al uso del agua. Para ello cuenta con una ordenanza que prohíbe utilizar el líquido en el lavado de vehículos  o riego de huertas. Existen multas de 10 salarios mínimos.

A eso se suma el racionamiento de energía eléctrica, que  obligó cortar temporalmente el servicio de agua potable en cantones como Paltas, Pindal, Macará y Zapotillo. El sol aún es  intenso.

El cielo está  despejado y el reloj  marca las 08:00. Así empieza un nuevo día en el barrio Reina del Cisne, en Catacocha (cabecera cantonal de Paltas), a tres horas de la capital lojana. Julia Díaz ya lleva dos horas lavando ropa bajo un pequeño cobertizo de zinc, junto a su casa de ladrillo y teja.

Sus manos se mueven más rápido  mientras el agua fluye cada vez menos por la  llave. En un recipiente de plástico y en  ollas acumuló el  líquido suficiente para preparar sus alimentos y  para el aseo personal. En dos horas, Díaz  lavó dos cobijas y otras 15 prendas de vestir. “Tengo ropa que se  está amontonando, pero no podré lavar hasta mañana, cuando nuevamente haya agua”.

Desde el jueves pasado, esta mujer de 72 años  madruga para proveerse de agua y aprovechar en el lavado de ropa. “Hace cuatro años que hemos tenido agua casi todo el día, pero ahora volvió la escasez”, dice.

El líquido, por el cual paga cada mes al Municipio, entre USD 4 y 5, es escaso en Catacocha, donde hay 5 400 habitantes. Por eso, las amas de casa cuidan que no se desperdicie. Por ejemplo, Díaz recoge en recipientes el agua que utiliza en su lavandería para luego regarla en las plantas de guineo que sobreviven en el terreno árido y laderoso, detrás de la  casa.

Para el Municipio, ofrecer ese servicio le resulta oneroso y complicado por las escasas fuentes de agua existentes. En los últimos cinco años, el Cabildo amplió de cuatro a 12 horas diarias el suministro de agua potable a 2 000 usuarios. Para ello utilizó 10 pozos subterráneos, que se construyeron con ayuda del Gobierno de Japón y de la Prefectura de Loja.

Ese funcionamiento depende de un sistema de bombeo que fluye con energía eléctrica y por lo cual, en promedio, se paga USD 800 al mes a la Empresa Eléctrica Regional del Sur (Eerssa).

Por ese motivo, en ese cantón lojano el racionamiento eléctrico resulta crítico. Según el director de la Unidad Municipal de Agua Potable, Sixto López, esta situación obligó también a reducir el servicio de agua potable,  de 12  a  cinco horas diarias. “Las bombas necesitan funcionar 15 horas. Los cortes son repentinos y afectan al funcionamiento”.

Con esa irregularidad no se pueden extraer los 1 000 m³ de agua que normalmente se consiguen. Tampoco es posible reprogramar el funcionamiento de esos equipos, debido a que la Eerssa aún no cuenta con un horario fijo de racionamientos.

Hasta tanto, el Municipio utiliza la radio local y sus empleados para alertar a los ciudadanos que se abastezcan del líquido.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Paltas, Pablo Eras, las restricciones de agua y de energía eléctrica no dejan de afectar a los 200 comerciantes de la cabecera cantonal.
Según él, al menos 10 negocios de cárnicos, lácteos y agroquímicos empezaron a reportar afectación  en los  productos que requieren refrigeración permanente.

La situación que afronta  Paltas es la misma en el resto de cantones fronterizos, azotados por la sequía. Todos estos tienen sistemas de agua que necesitan bombeo para extraer agua subterránea.

Darío Erreyes, funcionario del Departamento de Comercialización de la Eerssa, dice que en el transcurso de la presente semana está previsto establecer un cronograma fijo con los horarios de racionamientos de energía.

Hasta tanto, en  cantones como Paltas, Zapotillo y Catamayo, persisten los  cortes de 08:00 a 11:00 y de 18:00 a 20:00. En otros cantones como Macará varió ese horario, de 06:00 a 09:00 y de 17:00 a 18:00, regularmente.

En los cantones fronterizos la sequía es  notoria. Los afluentes disminuyen cada vez más.  En Zapotillo,  el caudal del río Alamor  disminuyó en un 50%.  Igual en   Alamor, Pindal y Célica.

Los moradores están desesperados por la sequía.

Testimonios

Carlos Muñoz/   Santo Domingo
Los ingresos ya no  alcanzan para vivir
Las máquinas que uso en mi peluquería no sirven  sin electricidad. Por ejemplo, las cortadoras, secadores y ventiladores manuales. Otro agravante es que mi local no tiene ventanas y necesito de luz para las lámparas. En las cuatro horas que duran los racionamientos no puedo atender a unos 10 clientes. A cada uno le cobro a USD 1,50. Esto perjudica los ingresos para la mantención de mi hogar. Los pocos ingresos que logro  no me alcanzan para comprar un generador.   La empresa eléctrica debería  tener alguna alternativa para no perjudicar a los  microempresarios.

José Bagua B./     Guayaquil
El generador que tengo lo compré en Guaranda
Tuve que buscar una solución, porque los clientes de mi negocio de venta de frutas ya no venían. En las horas que no teníamos electricidad, nos quedábamos con los  brazos cruzados. No  se vendía nada. Perdí unos USD 200 diarios durante ese tiempo. Busqué en Guayaquil generadores, pero se habían agotado. Tuve que viajar  y traer uno desde  Guaranda, que me sirve para  el funcionamiento de los    artefactos de mi local, en cada     apagón. Como los clientes se dieron cuenta de que trabajaba con normalidad, regresaron nuevamente. Ahora, las ventas se están normalizando.