El Ministerio del Ambiente prohibió la venta de la palma de cera y llevará a cabo una serie de operativos, con la participación de la Policía Nacional, para evitar su comercialización.
Durante las celebraciones de la Semana Santa, las hojas de la palma de cera suelen ser utilizadas para la elaboración de arreglos para conmemorar el Domingo de Ramos, que este año 2022 se celebrará mañana, 10 de abril.
Las autoridades lanzaron la campaña “Tradición y conservación van de la mano” en todas las provincias del Ecuador. En los cantones de Pangua y la Maná, de donde suele salir buena cantidad de esta especie para las celebraciones de Domingo de Ramos, habrá controles en carreteras. Se busca evitar que llegue a los mercados del país.
La palma de cera es uno de los géneros más importantes que existen en los bosques andinos nublado y subtropical en la serranía ecuatoriana. Su crecimiento lento, la amenaza de deforestación masiva de los bosques andinos, además de constituir el hábitat de especies en peligro de extinción como el loro orejiamarillo y el perico cachetidorado la hacen de especial cuidado y protección.
Gavino Vargas, coordinador Zonal del Ministerio de Ambiente, explicó que el trabajo de las autoridades también será acudir de forma sorpresiva a los sitios de venta como mercados y plazas para evitar así la venta de la palma. Quienes la estén vendiendo serán objeto de acciones legales, como procesos administrativos sancionatorios con multas económicas.
El artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal establece multas de uno a tres años de prisión para quienes recolecten y comercialicen la palma de cera.
Además, la Ley Forestal de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre en su artículo 78 estipula que “quien pode, tale, descortece, destruya, altere, adquiera, transporte, comercialice, o utilice productos de vida silvestre sin el correspondiente contrato, licencia o autorización será sancionado con multas equivalentes al valor de uno a diez salarios mínimos vitales y el decomiso de los productos”.
En rueda de prensa, Wilmer Villarreal, técnico del Ministerio del Ambiente pidió a los fieles que utilicen otro tipo de especies como arrayán, manzanilla, hojas y flores de maíz, totora, espigas de trigo y cebada, sigse, paja, ciprés y laurel, entre otras, para la elaboración de los ramos. Incluso, dijo que se podían utilizar materiales reciclados para así ayudar a minimizar el impacto ambiental.
Por su parte, Juan Carlos Chávez, párroco de Tulcán, dijo que la iglesia Católica también se unía a la campaña para “preservar nuestra casa común y nuestro ambiente”.
La palma de cera es una especie de lento crecimiento, requiere más de 80 años para iniciar su ciclo reproductivo y puede superar los 200 años de vida. Sus frutos son el alimento de tucanes, pavas de monte, loros, entre otras aves, y de mamíferos como armadillos, osos, venados, pecaríes, roedores y primates. Además, sirve de hogar para algunos animales en peligro de extinción.