En un principio se resistió a salir de su ‘boutique’ que había instalado con esfuerzo hace 30 años, en la calle Bolívar, entre Mejía y Manuela Cañizares (Esmeraldas). Pero Daniel Del Castillo tuvo que hacerlo, porque las llamas lo rodeaban rápidamente.
Con tristeza, este esmeraldeño de 48 años tuvo que presenciar cómo el fuego terminaba con la ropa, carteras, zapatos, la bisutería y todo el surtido de accesorios que tenía en las perchas.
El incendio que se registró el lunes pasado tomó proporciones inesperadas. Los Bomberos tardaron más de cinco horas en controlarlo.
El relato de Daniel Del Castillo lo escuchó ayer atentamente el perito chileno y experto en investigación de incendios Eriverto Moreira. Llegó para determinar las causas del incendio.
El testimonio de Del Castillo fue el primero, de los propietarios de locales comerciales afectados, en ser registrado.
Moreira es investigador y especialista en incendios desde hace 17 años. Su asesoría fue solicitada por la Fiscalía provincial. El Cuerpo de Bomberos sugirió el nombre, por su trayectoria.
“Me he encontrado con una situación devastadora que me hace recordar el terremoto ocurrido en mi país en el 2010”, indicó sorprendido el perito.
Su trabajo será vital para las investigaciones que empezó de oficio el fiscal de la Unidad de Fe y Administración Pública, Agapito Valdez. El judicial dijo que el caso está en la etapa preprocesal. Solo luego de que esta termine se podrá saber si hay bases para comenzar una indagación previa. “He pedido a la Policía Judicial que intervenga en las investigaciones y por eso se hacen mediciones y se recogen elementos para tener suficientes datos para determinar lo que ocurrió”, comentó el Fiscal.
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Sobre una mesa ubicada en los bajos de la Gobernación y apoyado con un pliego de papel, el perito Moreira trazó ayer un mapa del lugar donde ocurrió la tragedia. Con un bolígrafo dibujó los compartimientos donde estaban las viviendas y los negocios de la calle Bolívar.
Media cuadra de esa vía, que es un corazón comercial de la ciudad, quedó en cenizas. Era un referente compraventa de accesorios de celulares, telas, ropa, libros, etc Del Castillo le dijo al experto que a su local el fuego llegó a las 14:10 y entró por la parte trasera. Moreira tomó nota y aseguró que tendría un informe preliminar hoy en la mañana y que técnicamente no puede adelantar nada sobre lo ocurrido hasta tener la certeza de lo que pasó.
Mientras continúan las investigaciones, el fiscal Valdez dispuso que ningún civil, salvo los afectados, ingresara al área que arrasó el incendio. Esto, para precautelar las posibles evidencias.
Precisamente ayer en la tarde tres guardias de seguridad de la compañía Tevcol llegaron para retirar la caja fuerte del banco Internacional, cuya oficina también se quemó en el incendio.
Con armas de fuego y removiendo los escombros, los custodios retiraron la caja de la devastada infraestructura. Poco después de hallarla, la colocaron en un vehículo blindado.
El fiscal Agapito Valdez indicó que ordenó el retiro del aparato y también de los dos cajeros automáticos que estaban en las afueras de la oficina de la entidad bancaria, para evitar inconvenientes.
La gobernadora Paola Cabezas mostró los resultados preliminares del censo que efectuó la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) entre los afectados. En el documento se señala que son en total 76 personas las afectadas entre dueños de viviendas, locales comerciales y empleados de los negocios. En los bajos de la Gobernación se instaló una carpa de la SNGR para que las personas que no hayan sido censadas se acerquen a dar sus datos.
También se ubicó una carpa del Ministerio de Salud para atender posibles emergencias.
En tanto, las tareas de enfriamiento del sitio donde se dio el incendio continuaban hasta ayer. En el lugar permanece una motobomba y cinco bomberos. Su comandante José Vivero dijo que si no se hace el enfriamiento se corre el riesgo de que el incendio vuelva a reactivarse.
Los trabajos siguen
La Empresa de Agua Potable envió al sitio del incendio dos tanqueros para apoyar el trabajo de los bomberos. Hasta ayer aún había humo y diminutas llamas encendidas, por lo que se debía humedecer los escombros.
El alcalde Ernesto Estupiñán denunció que un funcionario de la Gobernación le impidió a la Unidad de Gestión Ambiental colocar una carpa en el lugar para recoger datos que el Comité de Operaciones Emergentes cantonal requiere.
Ayer, la Policía y la Secretaría Nacional de Riesgo levantaron un cerco para impedir que personas ajenas se acercaran al lugar donde ocurrió el incendio. Se colocaron dos parlantes para arengar a los curiosos.