El número de visitantes tuvo un repunte en la cascada de Peguche, en Imbabura

La caída de agua que tiene 20 metros de altura y las caminatas por las 40 hectáreas del bosque de Peguche, situado en Otavalo, son los principales atractivos. Foto: Washington Benalcázar/ El Comercio
El inicio de las vacaciones escolares del régimen Sierra-Amazonía 2020-2021 generó un mayor movimiento en los destinos turísticos de la provincia de Imbabura, situada en el norte de Ecuador. Escenarios como la laguna de Yahuarcocha, los balnearios de Chachimburo, las tiendas de ropa de Atuntaqui y la cascada de Peguche, entre otros sitios, tuvieron mayor concurrencia.
La cascada de Peguche, situada en el cantón Otavalo, por ejemplo, recibió 485 visitantes, entre las 08:00 y 13:20 de ayer, 31de julio del 2021. El 90% proviene de Quito. Según Liz Morales, encargada de recolectar un apoyo económico entre los viajeros, para el mantenimiento de este escenario natural, explicó que llegaron más personas en relación al pasado sábado 24 de julio. Esa vez en todo el día ingresaron 321.

Mauricio Muñoz, que residen en Quito, visitó Otavalo junto a su esposa y dos hijos. Asegura que le atrae la cercanía entre las dos urbes, la belleza de los paisajes y la variada gastronomía. También revela que prefirieron recorrer el bosque y la cascada de Peguche para que los chicos superen el estrés, después de haber pasado prácticamente todo el año encerrados y recibiendo clases por computadora, a causa de la pandemia del covid-19.
José Naranjo, presidente de la Red de Profesionales de Turismo de Imbabura, explico meses atrás que los escenarios naturales ahora tienen mayor demanda. Se trata de una tendencia a escala mundial, que permitirá a sectores, como el turismo comunitario, aprovechar la coyuntura. Ese es el caso de la comuna Fakcha LLakta (Guardiana de la Cascada, en español). Mediante mingas limpian y arreglan las 40 hectáreas del bosque y la caída de agua, que tiene 20 metros de altura.
Un factor a favor de los viajeros fue el clima agradable, con sol y cielo despejado, que acompañó este último fin de semana a Imbabura.