Una de las casas de Tosagua (Manabí), afectadas. Foto: Cortesía Gobernación de Manabí
Una escuela es el hogar temporal de dos familias que abandonaron sus casas en la parroquia Honorato Vásquez tras el desbordamiento de la represa Poza Honda en Manabí.
Las lluvias de la semana anterior sobrepasaron la cota límite y la evacuación del agua afectó a localidades rurales de los cantones Santa Ana, Portoviejo, Rocafuerte y Sucre.
Johana Castro vive en Honorato Vásquez, unos 6 kilómetros abajo de la represa. Tiene 30 años, 8 meses de embarazo y ahora se alberga en un aula. “La última vez que nos inundamos fue en el 2016. Pero esta vez fue de un momento a otro, ha sido la inundación más grande”.
Manabí encabeza la lista de las provincias golpeadas por las lluvias y por eso se mantiene en alerta naranja. Junto con Los Ríos concentra el 80% de los 16 063 afectados por el invierno, según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. Las otras más afectadas son El Oro, Esmeraldas y Tungurahua.
Entre el lunes de la semana anterior y el domingo, Manabí pasó de 2 600 afectados -desde octubre de 2018, cuando empezó el monitoreo invernal de Gestión de Riesgos- a 7 836 más. En una semana la cifra subió en un 75%.
Aunque los niveles de Poza Honda se estabilizaron el fin de semana, la anegación se mantiene en sitios como Las Guaijas, un poblado rural del cantón Santa Ana. El agricultor Willian Briones cuenta que perdió una hectárea de cultivos de plátano y maní tras las intensas precipitaciones del jueves y el viernes. “El problema de la represa es que la dejan llenar de lechuguín. En estos días, con las lluvias, bajó una masa de lechuguines del tamaño de una casa”.
La provincia contabilizaba el domingo 2 768 hectáreas de cultivos afectados. Esto, según el reporte de Gestión de Riesgos, porque las evaluaciones del Ministerio de Agricultura suman 5 004 hectáreas.
Xavier Lazo, ministro de Agricultura, anunció que se evalúa el desempeño y la utilidad de las represas, proyectos multipropósitos y obras de contención de inundaciones.
Sin embargo, aseguró que para este tipo de situaciones no hay soluciones únicas. “Debemos desarrollar políticas de protección ambiental de las cuencas hidrográficas para disminuir la vulnerabilidad de las cuencas bajas y de los sectores productivos”.
Los Ríos también está en alerta naranja. El sector agrícola es el más afectado, principalmente por los desbordamientos de caudales. Hasta ayer los reportes acumulaban 4 056 hectáreas afectadas de cultivos y 357 perdidas. Junto a Manabí acumula el 98,7% de afectación agrícola en el país debido a las lluvias.
La provincia fluminense es la segunda con mayor población afectada, 2 568 en total. Los cantones Babahoyo, Urdaneta, Ventanas, Puebloviejo, Quinsaloma y Montalvo concentran las cifras más altas de damnificados y evacuados.
Los delegados del Comité para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) explicaron en su última reunión que las precipitaciones están asociadas a la estación y no a un evento El Niño, que ha sido calificado como débil. Marzo es uno de los meses más lluviosos de la etapa invernal.