Los fuertes oleajes registrados en Súa (Atacames) causaron temor en sus habitantes. Foto: Twitter/ @ECU911Esmeralda.
Los fuertes oleajes registrados en la playa de Súa la noche del jueves y madrugada de este viernes 8 de enero de 2021 atemorizaron a los habitantes de esa parroquia del cantón Atacames, que permanecieron en vela.
Unas 20 familias que viven cerca del malecón de ese balneario de Atacames, en el sur de la provincia de Esmeraldas, salieron a los portales de sus casas para estar prevenidos, por lo que pudiera suceder con las olas que alcanzaban hasta cuatro metros de altura, mientras reventaban sobre el enrocado que protege el borde costero de esa población de pescadores.
El agua del mar, que se dispersó por la calle principal, afectó a tres familias, mientras el pánico se apoderaba de los dueños de unos pocos negocios que están frente a la playa.
El 22 de diciembre de 2018, el fuerte oleaje arrasó con 18 bares ubicados en el malecón y afectó a las familias que viven a escasos 20 metros del borde marino. Tras lo ocurrido, el Comité de la Reconstrucción, que sesionó en enero de 2019 en Esmeraldas, se comprometió a destinar los recursos económicos para intervenir en la construcción del malecón de Súa, pero no se ha hecho nada.
A través del Municipio de Atacames, ese mismo año, se colocó un muro con piedra de escollera para proteger a las familias y negocios que venden alimentos, ropa de playa y a los pescadores.
Pese al ofrecimiento no se construye el malecón, señaló Miriam Bone, propietaria de uno de los restaurantes de la playa.
Fanny Mosquera, una de las habitantes que pasó en vela toda la madrugada por temor a los oleajes, aseguró que el estruendo del mar se escuchaba hasta el parque de la parroquia, ubicado a unos 600 metros de la playa.
Moquera contó que en otras ocasiones han vivido oleajes; sin embargo, este producía temor por la fuerza con que el mar golpeaba las rocas y el agua caía con fuerza en la calle principal.
Las imágenes del oleaje fueron captadas por la cámara del Ecu-911, que hizo un seguimiento.
Algo similar ocurrió en la playa de Mompiche, en Muisne, donde los pescadores debieron regresar al pequeño puerto porque las correntadas del oleaje enredaron sus trasmallos. Ahí también fueron afectadas otras tres familias que viven al filo de la playa, de acuerdo con un reporte preliminar.
Aún no se han pronunciado el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos de la provincia ni del Comité de Operaciones de Emergencia de los municipios de Atacames y Muisne sobre los daños.