Los casos de contagiados con la variante Delta del covid-19 aumentan en Cuenca y Azogues. Hasta ayer (2 de agosto del 2021) había 10, entre confirmados y sospechosos en ambas urbes.
Hasta la semana pasada, había dos casos en la capital azuaya y tres en el otro cantón, según informó la ministra de Salud, Ximena Garzón.
Para el médico intensivista Fernando Ortega, incluso ya podría tratarse de un contagio comunitario por dos razones.
La primera es que desde hace dos meses tienen infectados hospitalizados, que son menores de 40 años y no tenían enfermedades preexistentes. “Pero el virus les ataca más rápido afectando a otros órganos y ocasiona daños renales”.
Por esas, particularidades de los pacientes los médicos creen que se trata de Delta.
Al principio de la pandemia, explica Ortega, los pacientes hospitalizados eran mayores de 65 años con comorbilidades como diabetes, hipertensos o cáncer, por eso se agravaban y les afectaba a los pulmones. “Ese patrón ha cambiado”.
La segunda razón es la cercanía con El Oro y Guayas, donde actualmente está la mayor población infectada con la variante. Con estas provincias, Cuenca y Azogues tienen una alta movilidad por las relaciones comerciales, laborales, familiares y turísticas.
En Azuay y Cañar se desconoce el nivel de contagio, porque el Ministerio de Salud no realiza el tamizaje de la variable a gran escala. Las muestras son enviadas al Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) de Guayaquil y tardan en llegar los resultados. Eso limita la posibilidad de hacer los cercos epidemiológicos.
Así, por ejemplo, el 19 de julio, la ministra Garzón, anunció dos casos sospechosos de Delta en Azogues. Pero, según el coordinador de la Zonal 6 del Ministerio, Fausto Idrovo, aún no tienen los resultados de la secuencia genómica.
Un promedio de cinco muestras semanales de pacientes críticos de los hospitales centinelas se envía al Inspi, por sospecha de Delta. Estos hospitales están casi al 100% de ocupación en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Además, se están derivando a los pacientes a las clínicas privadas. El Hospital del Río tiene nueve de sus 10 camas UCI ocupadas y la mayoría con pacientes derivados. Aparte, hay otros 19 infectados en hospitalización intermedia.
Mientras eso ocurre, los cercos epidemiológicos de los casos sospechosos de la variante tampoco se cumplen con rigidez, comentó Ortega. Por la temporada de vacaciones escolares hay una alta movilidad, fiestas y reuniones sociales y familiares.
Eso se evidenció el último fin de semana en la capital azuaya, donde los operativos interinstitucionales clausuraron tres fiestas masivas que no estaban autorizadas ni cumplían con las normas de bioseguridad.
El Consejo de Seguridad Ciudadana publicó un video de una de fiesta que se efectuó en un local de la avenida Remigio Crespo. Para evadir los controles, el dueño hizo ingresar a los más de 100 participantes por una angosta ventana que daba a la segunda planta.
Sin embargo, la Policía los encontró y desalojó. Salieron escondiendo sus rostros. El local fue clausurado por incumplir con la Ordenanza que Regula las Medidas Administrativas y de Bioseguridad temporales por el covid-19.
La madrugada del domingo pasado se clausuraron otras dos fiestas clandestinas en la avenida González Suárez y en Miraflores. Los participantes estaban aglomerados.
Para la cuencana Esperanza Jaramillo, hay irresponsabilidad en los asistentes y el dueño de la fiesta frente a una pandemia que no ha terminado. “Los controles deben ser rígidos”.
Frente a la variante, los COE cantonales de Cuenca y Azogues establecieron medidas en aforos en el transporte, entidades públicas y privadas, negocios y reuniones. Sin embargo, los controles son esporádicos.
Para Ortega, estas fiestas son focos de contagio frente a Delta, que es de alta transmisibilidad, principalmente, en los pacientes que no se han vacunado o que no han completado el esquema de inmunización.
De acuerdo con estudios médicos, a 5 metros de distancia el SARS-CoV-2 contagiaba a dos personas, pero la variante, con la misma distancia, a siete.
Por eso, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de que la ciudadanía se vacune para conseguir inmunidad en la población. Hasta ayer, avanzaba la vacunación en los 20 puntos de Cuenca y cinco de Azogues, con relativa participación. “La gente que ha recibido una sola dosis se confía en que está protegida, pero no es así”, señaló Ortega.
A Galo Durazno, analista sanitario, le preocupa que desde el pasado 23 de julio se dejó de publicar los resultados de los nuevos contagios del virus, como lo hacía todos los días.
“Eso es malo, porque lleva a que la gente se confíe aún más y crea que ya no hay contagios y ni causas de preocupación”, comentó Durazno. Entre el 1 de mayo y el 23 de julio, Cuenca sumó 3 560 nuevos contagios de covid-19 y Azogues, 530.