La lucha contra la corrupción es la meta de la propuesta impulsada por la Universidad UTE, un espacio que se orienta a ser un punto de encuentro entre la sociedad civil, sector público y cooperación internacional.
Este miércoles, 24 de abril de 2024, la institución de educación superior lanzó el Laboratorio de Transparencia y Anticorrupción. ¿Hay esperanza de erradicar la corrupción?
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Mario Hidalgo, PhD en Ciencias Políticas y líder del Laboratorio de Transparencia y Anticorrupción, hizo eco de esa pregunta. Esto, dijo, refiriéndose a uno de los mayores males que enfrenta Ecuador.
Sin ir muy lejos, este 24 de abril de 2024, la Fiscalía realizó allanamientos en diferentes sectores de Quito dentro del caso Pantalla. Este se refiere a las irregularidades en el concurso para nombrar a siete jueces nacionales para la Corte Nacional de Justicia en el 2023.
El debilitamiento de la institucionalidad por la corrupción
El Laboratorio de Transparencia y Anticorrupción está integrado por una red de expertos en la rama.
Gina Ochoa, representante de la Secretaría General de la OEA, hizo énfasis en las repercusiones éticas, económicas y sociales que deja la corrupción. La detección, intervención, sanción y reparación son vitales en esta línea.
La representante del organismo internacional dio cuenta de que la corrupción exige el fortalecimiento de la institucionalidad en las entidades y promover una cultura de integridad. Esta lucha es labor de todos, no solo del Estado.
En el evento, José Suing, presidente (e) de la Corte Nacional de Justicia, dejó sentado que no le enorgullecen los resultados de la administración de justicia. Ahora, dijo, la crónica roja no estalla con fotos de crímenes, sino con casos políticos. En muchos de estos, involucrados jueces.
De acuerdo con el Consejo de la Judicatura, con corte 1 de abril, Ecuador tiene 1 926 jueces. Pichincha y Guayas cuentan con el mayor número, con 377 y 368, respectivamente. Francisco de Orellana y Galápagos están al final de la lista, con 5 y 15.
En la corrupción hay actores públicos y privados
No obstante, Suing recordó que en la cadena de corrupción hay, generalmente, un ente público y privado. El corruptor es el beneficiario, acude al operador de justicia y esto atrae la degeneración del sistema. Por eso, aclaró, erradicar este mal es labor de todos.
Ricardo Hidalgo, rector de la UTE, puso sobre la mesa que los ecuatorianos abandonan el proceso de una denuncia o no la presentan porque, de antemano, están convencidos de que no tendrá efecto.
Eso sí, el Rector destacó que en el período de la fiscal Diana Salazar se han conocido casos con altos mandos de distintas instituciones involucrados, revelando cómo la narcopolítica se ha apoderado del país.
Sin embargo, para Ricardo Hidalgo, por un lado, está la Fiscalía y, por otra parte, los gobiernos que no predican con el ejemplo. Una de las muestras: los malos manejos de los recursos públicos.
Eso sin olvidar que, añadió, la corrupción en la educación superior debe ser abordada de forma seria. Si la academia se corrompe, se puede aventurar que los futuros ciudadanos lo harán también.