El sonido agudo de una sirena retumba en varios rincones de la ciudad de Ibarra, en la provincia de Imbabura. El eco advierte a los ciudadanos que son las 20:00 y que está prohibida la circulación de personas y vehículos hasta las 05:00.
Este antiguo aparato está ubicado entre dos postes en el viejo cuartel del Cuerpo de Bomberos de Ibarra, en el norte de Ecuador. Ahí fue instalado por el Gobierno Nacional hace cuatro décadas para alertar a la población en caso de un posible ataque aéreo, durante uno de los conflictos bélicos entre Ecuador y Perú. Así recuerda Marco Antonio Hadathy, vicealcalde de Ibarra y excomandante del Cuerpo de Bomberos.
La sirena volvió a sonar tras las últimas medidas de restricción emitidas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, para frenar la propagación del covid-19.
Imbabura es una de las 16 provincias en donde rige el estado de excepción focalizado, que está vigente desde el 23 de abril y que terminará este 20 de mayo del 2021. Con el toque de esta alarma también cesan las actividades comerciales y productivas en la urbe.
La costumbre de hacer sonar este aparato se remonta al siglo pasado. Hadathy recuerda que con el paso del tiempo se habituó a que la alarma sonara obligatoriamente todos los días a las 21:00. Era una advertencia, especialmente para los jóvenes, para que ingresaran a descansar a sus hogares.
El miércoles 12 de mayo el capitán Wilson Collahuazo, que se desempeñaba como oficial de Guardia de la compañía Santo Domingo, fue el responsable de sonar la alarma. Luego de activar un botón, un sonido, que sube y baja de intensidad, escapa del cuartel.
Cuando Collahuazo se incorporó a la casa roja una de las cosas que le llamó la atención fue la señal que emitía este artefacto eléctrico, que tiene forma de campana. “Venga guambra para que practique”, le recomendó uno de los bomberos más antiguos.
Confiesa que al principio tenía temor ante el sonido ensordecedor. Por eso se acostumbró a cubrirse con una mano, por lo menos, uno de sus oídos, mientras que con la otra activaba la sirena.
Luego que se emitía la señal sonora, el entonces comandante de Bomberos, Carlos Bucheli, ya fallecido, llamaba telefónicamente para felicitar la puntualidad o reclamar si había retraso.
El capitán Collahuazo, que tiene 30 años de servicio en la institución, cuenta que ha tenido oportunidad de asistir a cursos en otras ciudades del Ecuador, pero en ningún lado ha encontrado esta tradición.
Con los años, la Ciudad Blanca creció. Ahora un sonido leve llega a los límites de la urbe.
Además del actual toque de queda, la sirena se activa en ocasiones especiales. Uno de ellos es el día de los comicios nacionales. Fabián López, comandante del Cuerpo de Bomberos, recuerda que así ocurrió el 11 de abril durante la segunda vuelta para la elección del Presidente de la República. La tradicional alarma se activó a las 07:00, indicando la apertura de los recintos electorales, y a las 17:00 para anunciar su finalización
También está lista en caso de eventos graves, como terremotos o erupciones volcánicas.