Activistas ambientales de Guayaquil pernoctaron durante la noche y permanecen este martes 31 de agosto de 2021 en un parque de Miraflores, en el norte de Guayaquil, para impedir la tala definitiva de un árbol centenario que hace parte del arbolado patrimonial de la ciudad.
Se trata de un palo prieto, especie erythrina fusca, de más de 100 años y cuya copa alcanzaba más de 12 metros, que fue sometido el lunes a una poda agresiva que lo dejó en el mero tronco y que pretende ser talado por contratistas del Municipio de Guayaquil, denunciaron los activistas.
En los últimos meses 10 de 200 árboles censados como patrimoniales fueron talados en la urbe, denunció Andrea Fiallos, de Fundación la Iguana, quien exige la presencia de la Alcaldesa de Guayaquil y que se trate una ordenanza para proteger a estos ejemplares.
“Se está perdiendo todo el arbolado urbano, los activos más importantes que tenemos como ciudad”, indicó Fiallos. “En la mañana podaron el árbol hasta quedar seco y en la noche vinieron contratistas a talarlo. Es lastimoso que no tengan o presenten ningún dato técnico sobre esta gestión”.
En 2019 Fundación la Iguana entregó un proyecto de ordenanza de árboles patrimoniales nativos para proteger a 200 ejemplares, pero aún el Cabildo porteño no lo discute.
“Estamos conscientes de que en Guayaquil hay muchos árboles enfermos y de que no se ha llevado el correcto proceso para conservarlos correctamente. Llegar a este punto es una falla terrible por parte del Municipio”, consideró Ian Vargas, un activista.
Diego Chiriguaya, otro de los activistas, no descartó que el árbol haya estado enfermo, pero indicó que no se siguieron protocolos adecuados para tratarlo. La copa del palo prieto era muy grande y podía tocar los cables de energía eléctrica, por lo que teme que esa fuera la principal razón para disponer su tala.
El pasado fin de semana la Dirección de Áreas Verdes del Municipio, en conjunto con Justicia y Vigilancia, notificaron sanciones para los responsables de la tala indiscriminada de cinco árboles que estaban en el espacio público en la calle Luque, entre Los Ríos y Tulcán.
El procedimiento de la tala de los ficus de tres metros de altura no contaba con autorización municipal. “Cualquier poda o tala contempla una coordinación o autorización previa y bajo razones técnicas sustentadas”, puntualizó la Municipalidad.