¿Ecuador está preparado para un petróleo a un precio de USD 20?

Este es el primer pozo de petroleo ubicado en Lago Agrio. Foto: Archivo/El Comercio

Este es el primer pozo de petroleo ubicado en Lago Agrio. Foto: Archivo/El Comercio

Este es el primer pozo de petróleo de Lago Agrio, Sucumbíos. Foto: Archivo/El Comercio

El 28 de marzo del 2015, el presidente Rafael Correa abrió su tradicional sabatina asegurando que el Gobierno está preparado para los peores escenarios por la caída del precio del petróleo, que en ese entonces amenazaba con caer a menos de USD 40 por barril. “Estamos preparados para casos extremos, incluso para tener un precio promedio del barril de USD 20”, dijo, al defender medidas como las salvaguardias y el no pago del aporte estatal al IESS.

Casi diez meses después, el mercado mundial se ha alineado con el peor escenario planteado por Correa. El precio del crudo ecuatoriano bordea actualmente los USD 20 y puede continuar a la baja. En el mercado de Nueva York, el petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Ecuador, cerró el 7 de marzo del 2016 en USD 37,90 por barril, lo cual deja al crudo ecuatoriano en alrededor de USD 20.

El 20 de enero del 2016, en una reunión con la prensa extranjera, Correa señaló que la venta de petróleo, ni siquiera cubre los costos de producción, y que ello le obligará a tomar medidas de ajuste fiscal y la reducción del programa de inversiones, entre otras medidas. De hecho, las medidas de ajuste empezaron el año pasado, pero el efecto ha sido una recesión en la economía y un aumento en el desempleo.

En una economía que ha dependido del gasto público, la caída de los precios del petróleo es una pésima noticia, ya que deja con menos recursos al Fisco por las exportaciones de crudo y también limita el acceso a financiamiento internacional. El Presupuesto del Estado para este año se armó con un precio del petróleo de USD 35 y en lo que va de enero promedia los USD 24,5.

Las medidas que ha venido aplicando el Régimen para atenuar la caída de los ingresos petroleros han sido: salvaguardias, mayor endeudamiento público, uso de la liquidez de la reserva monetaria, entrega de activos estatales a cambio de recursos.

Esa receta se aplicó con un precio de USD 42,5 por barril. Si el precio cae a 20 es de esperar que los efectos negativos se profundicen, es decir, haya una mayor contracción económica y se deterioren más las cifras de empleo.

El Banco Mundial calcula que la economía ecuatoriana caerá 2% este año, aunque la proyección del Gobierno es que crecerá 1%. Para que haya un mayor dinamismo económico se necesita una inyección importante de recursos en la economía. Algunos cálculos de analistas señalan que se requieren USD 10 000 millones.

Las necesidades de financiamiento en el presupuesto del Estado del 2016 suman USD 6 600 millones. Las autoridades económicas dicen que tienen financiado la mayor parte de esos recursos, pero no han detallado las fuentes de financiamiento.

Cinco efectos en las finanzas públicas de Ecuador:

1. Deja a las petroleras estatales: Petroamazonas y Petroecuador con menos ingresos para sus operaciones. El año pasado, con un precio de USD 42,5 en promedio, ambas empresas públicas ya tuvieron problemas para mantener su producción y debieron buscar recursos en el exterior. A finales del 2015 se firmó un contrato con la petrolera Schlumberger por USD 1 000 millones a cambio del campo Auca. Es de esperar que este tipo de contratos se repitan en los próximos días.

2. Si las petroleras no consiguen los recursos suficientes, el Gobierno deberá destinar recursos de las recaudaciones de impuestos para mantener la operación petrolera estatal, lo cual puede complicar el pago de otras obligaciones del Fisco: inversión y salarios de la burocracia.

3. La importación de combustibles se financia con la venta de petróleo. Con menores ingresos petroleros también se reducen los recursos para estas compras. La caída de los precios del petróleo, sin embargo, también ocasiona una reducción en los precios de importación de derivados. Por ejemplo, el precio del petróleo cayó 50% el año pasado, lo que significó USD 42 menos por barril respecto al 2014. En cambio, el precio para importar naftas de alto octano cayó en USD 36, un 30% menos respecto al 2014.

4. Se acumulan deudas con las empresas petroleras que firmaron contratos de servicios con el Estado ecuatoriano. Si bien esos contratos contemplan que una parte de los ingresos por exportaciones vaya primero al Estado, un precio del barril de USD 20 significa que las deudas aumentan y tendrán que pagarse cuando el precio del crudo se incremente.

5. La distribución de la renta petrolera se reduce para los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), los cuales reciben un 10% de los ingresos por exportaciones de crudo.

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