‘La más grande operación anfibia de toda la historia”, la llamó en sus memorias el primer ministro británico Winston Churchill.
Y lo fue: el 6 de junio de 1944, hoy hace 70 años, más de
156 000 soldados desembarcaron en las playas francesas de Normandía para dar inicio a la operación Neptuno.
Se trató de una larga batalla que sería definitiva en la liberación de Francia del poder y las garras de los nazis. La operación militar selló la suerte de la Segunda Guerra Mundial y les dio la victoria a los aliados en el frente occidental. “La historia recordará esta proeza como una de las mayores”, le escribió en un telegrama Stalin, el máximo líder soviético, a Churchill.
Y lo fue, sin duda lo fue:
156 200 soldados aliados (estadounidenses, británicos, franceses, canadienses y polacos) participaron en ella, entre el desembarco y las labores aéreas;
6 939 barcos de guerra y algunos civiles, todos armados hasta los dientes; 9 500 aviones y
1 900 planeadores, desde los que saltaron 7 500 paracaidistas.
80 000 toneladas de bombas.
Simultáneamente, el Ejército Rojo de Rusia fue avanzando en el frente Este europeo.
Esas son solo algunas de las cifras del devastador ‘Día D: el día más largo del siglo XX’, como lo llamó el mariscal alemán Erwin Rommel en un presagio, dos meses antes de que ocurriera.
Un día por el que sus artífices estuvieron esperando desde el inicio de la guerra.Para que diera las 00:16 (hora del desembarco) del 6 de junio de 1944 tuvieron que pasar casi cuatro años brutales. Entre abril y junio de 1940, de hecho, la guerra europea que había empezado en septiembre de 1939 con la invasión de Alemania a Polonia tuvo una aterradora escalada.
La gran obsesión de Hitler era neutralizar a los ingleses, y para lograrlo lanzó una feroz ofensiva contra los países que se le interponían en el camino hacia el Mar del Norte. Así fueron cayendo en sus fauces Noruega y Dinamarca, y luego, en mayo, Luxemburgo, Holanda y Bélgica. Todos como botín de guerra; todos alienados entonces por la causa del Führer.
Pero el golpe más importante vino sin duda en junio de ese año terrible, cuando el Ejército alemán entró por fin a Francia y logró su rendición y su entrega, su envilecimiento.
De nada valieron los esfuerzos del gobierno legítimo, con el heroico primer ministro Paul Reynaud a la cabeza; ni sirvió tampoco el apoyo militar de los británicos, cuya famosa Fuerza Expedicionaria se había regresado a su país, pies en polvorosa, mientras en París ya ondeaban las banderas con la esvástica y el águila negra del Tercer Imperio.
Con la firma del armisticio entre el nuevo gobierno y Hitler el 22 de junio de 1940, Francia quedó partida en dos mitades: una, la del norte, llamada la ‘zona ocupada’ y bajo el mando directo de los alemanes; la otra, la del sur, llamada la ‘zona libre’ y bajo el mando del mariscal
Fue así como empezó La Resistencia: ese movimiento multiforme y complejo que se oponía por igual a la ocupación alemana y a la humillación del gobierno de Pétain, y cuyos miembros luchaban desde el exilio o desde la clandestinidad, o desde las colonias, por la liberación de Francia.
La Operación Overlord o Neptuno fue planeada por los países aliados durante años y pospuesta por cuestiones climáticas. Los aliados llegaron al amanecer del 6 de junio de 1944 a cinco puntos de la costa de Normandía, bautizados con los nombres en clave de Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword, al este de Cherburgo. Los enemigos de Hitler tardaron seis días en unir todas las fuerzas en un frente común de unos 100 kilómetros de largo.
Los alemanes tenían en esa franja de costa 50 000 infantes de Marina y pocos aviones.
En la noche del Día D los aliados perdieron a 12 000 hombres. Se estima que entre los alemanes hubo entre 4 000 y
9 000 heridos, desaparecidos y muertos. Hasta la toma de París el 25 de agosto de 1944 murieron en la Operación Overlord
200 000 alemanes y 70 000 aliados. En Normandía, que quedó arrasada, perecieron además hasta 20 000 civiles.
Los aliados debieron hacer frente después a la ofensiva de Hitler en la Árdenas belgas y en Luxemburgo en diciembre de 1944. Pero en marzo de 1945 atravesaron el Rin y el régimen nazi capituló el 8 de mayo de 1945. Para conmemorar los 70 años, hoy líderes mundiales realizarán una ceremonia.