Redacción Quito
No usó zapatos deportivos ni calentador, pero pedaleó durante media hora ayer.
El termo plomo que Ricardo Fernández llevaba puesto y su corbata rosada estuvieron impecables al llegar al Parque de los Recuerdos, en la av. Galo Plaza Lasso y Francisco Palmau, en el norte de la ciudad.
Otras actividades
Desde la 10:30, en el parque La Carolina, junto al Jardín Botánico, se reunieron centenares de estudiantes de escuelas y colegios para un concierto por el Día del Ambiente. También sembraron especies de árboles en el espacio verde.
Ayer se realizó la premiación del concurso intercolegial Iniciativas Juveniles de Conservación Ambiental frente al Cambio Climático en Ecuador. La cita fue en el auditorio del Ministerio del Ambiente. La Fundación Arcandina y el Ministerio de Educación, entre otras instituciones, impulsaron la actividad.Su atuendo contrastó con la bicicleta todo terreno en la cual se subió para ir a su trabajo ayer por el Día del Ambiente. Se dirigía Credifé (Amazonas y Pereira), en donde trabaja. “Siento que llego con más energía. Me hago el mismo tiempo que en carro desde ese sector, pero con menos estrés”, dijo. Aunque, el hombre, de 36 años, reconoce que es molestoso el esmog que aún se percibe en el ambiente por los trancones en diferentes puntos de la ciudad.
A las 08:10, en el norte, se encontraron alrededor de 100 personas para pedalear sus bicicletas hasta la av. Amazonas y Pereira, sus sitios de trabajo. La actividad fue convocada por Ciclópolis y contó con el apoyo de cinco empresas que promovieron el uso de las bicicletas entre sus empleados, la mañana de ayer. Entre ellas, Banco del Pichincha, Diners y Movistar.
Pese a la motivación de los trabajadores, el trancón a las 08:30 en la av. 10 de Agosto y Amazonas fue el habitual. Los choferes presionaban las bocinas y los tubos de escape de los buses arrojaban humo negro.
En medio de ese entorno, poco a poco más ciclistas se unieron a la caravana que también salió desde el Parque Inglés, a las 07:30. Alrededor de 300 bicicletas circularon por la avenida Amazonas escoltadas por un patrullero de la Policía y una moto, que iban con las sirenas encendidas para advertir a los conductores de la caravana.
En ese mismo grupo iban los voluntarios de Ciclópolis, quienes usaban su camiseta verde. Entre los deportistas resaltaron quienes iban de bluyín y quienes iban de terno. Otros se vistieron con ropa institucional de las empresas en las cuales laboran.
En el cruce de la av. Amazonas y Tomás de Berlanga, Samuel Ordóñez, quien conducía un Kia, detuvo su auto para dejar paso a las bicicletas que iban con banderas institucionales. “Apoyo estas iniciativas, pero creo que la gente debería ir en bici por su cuenta y sin tanto alboroto”.
Así lo hicieron tres jóvenes del Colegio Federico Gauss. Francisco Londoño, Paco Serrano y Carlos Carrión, los tres de 17 años, circulaban en sus bicicletas a la altura del parque de la Isla Tortuga para ir a clases.
Para los tres amigos, según contaron, es emocionante circular por las calles, pero no lo pueden hacer a diario por el peligro que hay. “Los choferes de los autos no respetan al ciclista”, dijo Carrión. Llegaron desde la av. De la Prensa y se dirigían a El Dorado. Pedalearon durante una hora.
Otras dos caravanas salieron del parque de La Vicentina y de El Recreo, en el sur. Según la fundación Ciclópolis, se convocó en total a alrededor de 1000 personas para la pedaleada por el Día del Ambiente denominada Al trabajo en bici.
Entre ellos estuvo Iván Romero, quien dejó el auto en su casa en Carcelén. Para el empleado de Diners, salir en bicicleta es relajante pero a la vez cansado.
“Podría dejar mi auto en la casa más seguido, siempre y cuando los buseros nos respeten”. Un hombre, quien prefirió no dar su nombre, descendió en su bicicleta por la avenida 10 de Agosto. No fue parte de la caravana oficial, pero iba a su trabajo cargado de herramientas como un pico, una pala y un rastrillo. Las adecuó en su antigua bicicleta para poder transportarlas, atadas con una piola.
Esa ‘bici’ contrastó con la que usó Francisco Sevilla, de 43 años. El ejecutivo bancario pedaleó con zapatos formales y terno, sin ningún problema. Salió desde
La Vicentina. Para saber la distancia y el tiempo que le tomó el recorrido, miró en una pantalla diminuta adherida a su bicicleta. “Son 8 kilómetros hasta la Pereira y me tomó 38 minutos exactos”. Él apoya la iniciativa para mejorar el aire.