El Museo de Louvre de París, en Francia, abrió sus puertas al público desde inicios de julio. Foto: AFP
Durante los últimos tres fines de semana, un total de 110 personas han visitado el Centro de Arte Contemporáneo (CAC). En este espacio, ubicado en el barrio San Juan, en Quito, se realiza el plan piloto de bioseguridad de la Fundación Museos de la Ciudad.
En la primera semana, las visitas fueron entre sábado y domingo. Ahora se realizan los viernes y sábados, en grupos de máximo siete personas.
De los 76 espacios que forman parte del Sistema Metropolitano de Museos y Centros Culturales de Quito, el CAC es el único repositorio público que ha abierto sus puertas, desde que el COE nacional autorizara la reapertura de los museos del país, pero con un 30% máximo de su aforo.
Esta realidad contrasta con lo que está pasando en otras ciudades del mundo, como Santiago de Chile, Bogotá, São Paulo, Nueva York, Madrid o París, donde sus principales museos y centros culturales ya están abiertos al público.
Adriana Coloma, directora de la Fundación Museos de la Ciudad, explica que la reapertura de los museos del Carmen Alto y De la Ciudad, programada para el 1 de octubre, se ha retrasado por el contexto social conflictivo en el Centro Histórico durante esta pandemia.
En el caso del Museo Interactivo de Ciencia y del Yaku Museo del Agua, espacios que convocan sobre todo a niños y jóvenes, el aplazamiento de su reapertura -según Coloma– responde a que todavía están trabajando en la adaptación de una nueva programación. Estos son lugares donde había una alto grado de interacción entre las personas.
Otros espacios públicos que también abrirán sus puertas durante los primeros días de octubre son el Museo Nacional del Ecuador (MuNa), el Museo Camilo Egas y el Centro Cultural Mariscal Sucre.
Al igual que Coloma, Angélica Arias, subsecretaria de Memoria del Ministerio de Cultura y Patrimonio, sostiene que el retraso en su reapertura responde al contexto del lugar en el que están ubicados estos espacios. Esta funcionaria afirma que en el caso del Centro Cultural Mariscal Sucre, los habitantes de Chillogallo pidieron que se mantuviera cerrado para evitar más contagios.
Frente a este contexto, Ivette Celi, exdirectora del MuNa, tiene una postura más crítica. Ella sostiene que los museos públicos deberían incrementar su personal para poder garantizar una atención y un seguimiento adecuados en relación con el cumplimiento de protocolos de bioseguridad.
Respecto del retraso en la reapertura de estos espacios, cree que responde a una falta de liderazgo en relación con el manejo de los museos públicos. “El MuNa, como cabeza de la Red de Museos del país, tuvo que haber dado la pauta para la reapertura no solo de los museos públicos sino de los privados”, señala Celi.
Celi dice que la reapertura de estos espacios es una necesidad urgente y que esta demora no está directamente relacionada con la pandemia, “porque entonces no se hubieran abierto los centros comerciales”. Para ella, los museos debían haber aprovechado la ocasión y captar la atención de la gente.