La Casa de la Marimba es hogar del folclor afro

Profesores de música, como Alberto Castillo (guitarra) y Manuel Mosquera (percusión), son parte de la Casa de la Marimba. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Profesores de música, como Alberto Castillo (guitarra) y Manuel Mosquera (percusión), son parte de la Casa de la Marimba. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Profesores de música, como Alberto Castillo (guitarra) y Manuel Mosquera (percusión), son parte de la Casa de la Marimba. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO

Catorce agrupaciones de música y danza de Esmeraldas cuentan con la llamada Casa de la Marimba, para fomentar su arte entre los niños y difundir el folclor afroesmeraldeño en la provincia y el país. La inauguración del espacio será a inicios de octubre como parte de las actividades por el mes de los afroecuatorianos. Se hará con un festival de música y danza.

La cultura esmeraldeña levanta este espacio para repasar sus tradicionales danzas y trabajar en la organización de encuentros interculturales con grupos similares de Colombia, Venezuela y Perú.

Una de las debilidades de las agrupaciones era la falta de un lugar donde pudieran concentrarse, para organizar actividades conjuntas y promover, desde el lado de los folcloristas, el tema de la cultura y la identidad. Patricia Trejo, maestra de danza afroesmeraldeña, comenta que los grupos durante años han preparado sus danzas en las calles, en canchas multiusos y en casas comunales.

En los últimos cinco años, algunos han ensayado en el Conservatorio de Música y Danza de Esmeraldas; el resto lo ha hecho en sus barrios. “Los ensayos los hacíamos a la intemperie, sobre pisos de tierra y descalzos”, explica Trejo.

Narciso Jaramillo, director del grupo Cuero, Son y Pambil, cree que este lugar permitirá la unión de los folcloristas de Esmeraldas que han estado dispersos, por mucho tiempo.

La iniciativa la lleva adelante la Corporación Casa de la Marimba, representada por Manuel Mosquera, director de la agrupación Tierra Verde. Entre los grupos que integran la organización están: Jolgorio Internacional, Cuero, Son y Pambil; Presencia Negra, Tierra Verde, Raíces del Pacífico, Crecer, La Voz del Niño Dios, entre otros.

La Casa de la Marimba está en Las Palmas, norte de la ciudad de Esmeraldas. Ahí se adecúa la biblioteca con libros que hablan de todo el proceso afroesmeraldeño, espacios para la enseñanza de danza y un paseo gastronómico tradicional.

Asimismo, se ha creado el área de los ancestros, con la historia de los marimberos esmeraldeños como Guillermo Ayoví (Papá Roncón) o Escolástico Solís, considerado el padre de la marimba y de otros instrumentos perfeccionados por sus manos.

Otros nombres en ese salón son los de Remberto Escobar, perfeccionista del baile de la marimba y la poesía afroesmeraldeña, y Petita Palma, quien difundió la danza, el canto y la marimba en todo el país.

Para el escritor y articulista de temas afro, Juan Montaño, las organizaciones tendrán una nueva visión para vender de mejor manera la cultura del pueblo afroesmeraldeño, conservando la tradición oral.

La oralidad es uno de los temas que se trabajan desde la Casa de la Marimba, con agrupaciones como La Voz del Niño Dios, que dirige Rosita Wila, una de las cantoras de arrullos más sobresalientes. Alberto Castillo, profesor de Marimba y parte de la Corporación Casa de la Marimba, explica que desde ahora se planifica una agenda que incluyen procesos de enseñanza de largo aliento.

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