La obra tendrá una segunda función este domingo 19 de julio, a las 17:00, en la Casa de la Música. Foto: María Isabel Valarezo
Los sonidos de la flauta traversa, de los violines, de la viola, del violonchelo y del contrabajo rememoraron la noche del miércoles 15 de julio la obra secular ‘Cantata del Café‘, del compositor alemán Johann Sebastian Bach, a cargo de la Orquesta de Cámara Quito.
Dirigida por el flautista Gustavo Lovato, la pieza musical tuvo su estreno nacional en la Casa de la Música y tendrá una segunda función este domingo 19 de julio, a las 17:00, con un precio de USD 10.
‘Cantata del Café’ fue compuesta en 1732 y cuenta la prohibición de tomar café que se instaló en Europa en el siglo XVII. Con un toque humorístico, Bach creó esta obra con la intención de demostrar una guerra de generaciones entre un padre y una hija divididos por el deseo de tomar café.
Tras un inicio musical y un intermedio de 15 minutos, el tenor Alexis Haro, que actúa como narrador, traslada al espectador a la realidad europea cuando no se permitía tomar café.
La soprano María José Fabara da vida a Lieschen, una joven adicta a esta bebida que es amenazada con no poder casarse a menos que deje de beberla. Su padre, Schledrian, encarnado por el bajo Diego Zamora, es quien da esta orden.
Ella promete dejar el café a cambio de que se le permita elegir un novio que la deje tomar todo el café que quiera.
Con armonía musical en Si menor para flauta, a través de ‘Cantata del café’ se hace una crítica al autoritarismo paterno y el limitado rol de la mujer en la sociedad en el siglo XVII. Es, además, una sátira al vicio del café, muy en boga entonces entre los burgueses.