La sequía, acompañada de las altas temperaturas en el día y heladas en las noches, ha dejado graves daños en la naturaleza. En lo que va de este año, los incendios forestales han consumido 1 416 hectáreas de bosques en Azuay.
Esta cifra es más del doble de lo registrado en 2021, cuando se carbonizaron 664 hectáreas, según la Unidad de Monitoreo de Eventos Adversos del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (Sngre).
Cuenca lidera -con 712 hectáreas afectadas– y le siguen Paute, Sígsig, Oña, Nabón y Gualaceo, territorios que poseen una cantidad importante de vegetación. Incluso, todos cuentan con áreas de bosque y vegetación protectora.
Las parroquias Molleturo, Chaucha, Sayausí y San Joaquín, con pajonales en las zonas altas y que son parte de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cajas (PNC), son las más sensibles y recurrentes a las quemas.
Al ascender a Can–Can, Soldados, Bellavista, Chacanseo y Pavaurco se observan las ennegrecidas montañas. Por estas comunidades ahora vuelan pocas aves y ya no se ven venados, dice Guido Eras, de Can-Can.
Son poblados de casas dispersas, que pasan casi todo el año desapercibidos. Pero en verano, las sirenas de los tanqueros de bomberos y personas lidiando con las llamas en medio del pajonal alteran la cotidianidad.
Estos bosques son de gran importancia para Cuenca. Allí nacen las cuencas hídricas de los ríos Tomebamba, Migüir, Mazán y Yanuncay, que abastecen de agua al cantón. Además, albergan gran biodiversidad en flora y fauna, algunas endémicas.
Para Milton Benítez, coordinador zonal 6 del Sngre, la fragilidad de estos territorios responde a que están expuestos a recibir a turistas. Además, entre los campesinos se mantiene la creencia de que las quemas atraen las lluvias durante la temporada seca.
Incendios a granel
Entre las últimas emergencias graves está el incendio en Soldados, parroquia Chaucha, que destruyó 240 hectáreas. Es una comuna ubicada sobre los 3 000 metros de altitud, donde las corrientes de vientos son fuertes.
Cuatro días les tomó a los bomberos, guardabosques, comuneros y personal del Sngre atender esta emergencia. Desde el sur de Cuenca se podían observar, al fondo del horizonte, las columnas de humo ennegrecido.
Lo mismo ocurrió hace una semana en el sector Pico de Pescado, zona montañosa de San Joaquín. El fuego consumió el pajonal y los árboles de polylepis, chuquiragua, helechos y musgos, que son el hábitat de aves y de micromamíferos.
Una decena de bomberos controló el viernes 5 de diciembre de 2022 focos de incendio en Chanlud, que forma parte de la cuenca alta del río Machángara. Lo hicieron con ayuda de drones y de herramientas manuales.
El ambiente sombrío, frío y una leve llovizna que cayó en esta zona favorecieron para controlar el incendio, se informó desde el Cuerpo de Bomberos. “Ha sido una temporada de muchas emergencias, con días sin descanso”.
El Sngre realiza el monitoreo permanente de las emergencias en Azuay, Cañar y Morona Santiago. Así activan de forma inmediata los recursos humanos y las herramientas de las diferentes instituciones públicas y dan seguimiento.
En Cuenca hay campañas de concienciación impulsadas por el Sngre, el Municipio y la Prefectura. Hace varios meses se capacitó a técnicos de las diferentes instituciones sobre cómo evitar estas emergencias y ellos debían socializar con las comunidades.
Asimismo, el Sngre firmó un convenio con la Prefectura del Azuay para conformar los Comités Comunitarios de Gestión de Riesgos en los cantones y parroquias de mayor incidencia de este tipo de emergencias.
En el Ecuador hay 80 comités comunitarios en los 24 cantones del país con mayor incidencia de incendios. El objetivo es que, a través de estas personas, los habitantes se apropien del cuidado y de la protección de los bosques, dijo Benítez.
Consejos
Evite prender fogatas o jugar con fuego en zonas con vegetación seca, dentro de los bosques. Para apagar fogatas use tierra y agua.
No queme basura ni maleza en estos espacios. Ni fume dentro de los bosques. No encienda fósforos y apague bien las colillas de cigarrillo.
Recoja las botellas u objetos de vidrio que encuentre dentro de zonas con vegetación. Con el sol, se calientan y pueden generar alguna chispa de fuego.
El artículo 246 del COIP sanciona con prisión preventiva, de uno a tres años, a quien provoque de forma directa o indirecta incendios o instigue a realizarlos en bosques nativos.
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