El cuarenta, una tradición en las fiestas quiteñas

La caída y limpia  es lo    que identifica el tradicional juego del cuarenta.  Este juego  de barajas, de origen ecuatoriano,   tiene como  objetivo   recoger la mayor cantidad de cartas y  alcanzar 40 puntos.

Se puede jugar en parejas o uno contra uno.  Rafael Leiva de 60 años recuerda  que para  jugar cuarenta “hay que ponerse charlatán”. Una partida de cuarenta se caracteriza por la cantidad de comentarios que se dicen mientras se juega. La idea es desconcentrar al rival para que se olvide las cartas lanzadas. Con ello, el contrario  acumula más puntos. 

Leiva se decidió  jugar una partida con su amigo Ángel Vivas. Los dos visitan la Plaza Grande y compartieron sus secretos para una buena jugada. Luego de barajar los naipes, el jubilado repartió cinco cartas a Vivas y tomó otras cinco para él. Empezó el juego.

Leiva, quien fue vicecampeón de cuarenta en los años ochenta,  lanzó un seis, enseguida Vivas tomó una de sus barajas la elevó con la mano y la lanzó con fuerza en la improvisada mesa... “!Toma, dos por shunsho!”,  dijo con risas Vivas porque tenía esa misma carta y realizó la denominada caída. “Esto es así de rápido. Un par de caídas más y queda ahí”.

Otro truco que Vivas  recordó es pegar una de las cartas en su frente. Esto va acompañado de la frase: “con esta te caigo”.

Para Leiva el secreto del cuarenta es ganarle la moral al rival. “Puede ser el mejor jugador, pero por lo general el que más  dichos repite debilita a su opositor”.

Entre los dichos más populares están “as que no me  caerás”, “Capariche”, cuando se realiza una caída o limpia que levante muchas cartas de la mesa. “Cuatrero has de ser, cuando lanzan la baraja con el número  4. Otra de las frases que no pueden faltar en una ronda es “dos por guapo”. Esta expresión se la repite para reclamar bonificación por tener tres cartas similares en la mano.

Para los dos contendores, el cuarenta se lo debe jugar durante las fiestas de Quito.  “Otro de los componentes que no pueden faltar  es un  canelazo”, dijo Vivas. La partida finaliza cuando el ganador lanza las cartas sobre la mesa y dice “cuarenta señores, gracias”.

Suplementos digitales