Una vez finalizadas las votaciones a las 17:00, en Ecuador se da inicio de inmediato al proceso de escrutinio de votos. Los miembros de las Juntas Receptoras del Voto (JRV) realizan un recuento de cada papeleta de manera manual. Cada voto se registra en un borrador de escrutinio que permite correcciones y reconteos.
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Una vez corregidos los errores, se procede a trasladar los resultados a tres actas de escrutinio que deben ser firmadas por el presidente y el secretario de la junta:
- La primera acta se adjunta al paquete electoral junto con las papeletas y otros documentos pertinentes, siendo resguardada por las Fuerzas Armadas en una bodega designada.
- La segunda acta, junto con el acta de instalación de la JRV, se coloca en un sobre cerrado entregado al coordinador designado, quien a su vez lo entrega al policía recolector para su transporte a los puntos de escaneo.
- La tercera acta se exhibe en un lugar visible de la JRV para conocimiento público.
El proceso de transmisión de información sigue al conteo manual. Las actas de escrutinio son llevadas a los Centros de Digitalización de Actas (CDA) en los recintos electorales, donde son escaneadas y protegidas con certificados digitales mediante firmas electrónicas y tecnología blockchain.
Actas son llevadas a un centro para el procesamiento electoral
Posteriormente, las actas escaneadas y protegidas son enviadas a los Centros de Procesamiento Electoral (CPE) en cada provincia. Luego de esto, tres verificadores verifican la autenticidad de las firmas del presidente y secretario de junta en las actas antes de ser ingresadas al sistema por los digitadores.
Una vez ingresados los datos, el Sistema Informático de Escrutinio y Resultados (SIER) del CNE verifica la consistencia entre el número total de votos y el número de sufragantes, así como la concordancia con los valores reconocidos durante el escaneo.
Si el acta pasa satisfactoriamente ambos controles, se considera válida para su publicación a través del portal de resultados del CNE.