Redacción Siete Días
En el diario de viaje de Cristóbal Colón, está su relato sobre lo que vio el jueves 11 de octubre de 1492, un día como hoy, un día antes de desembarcar en una isla de las Bahamas a la cual los nativos llamaban Guanahani.
La impronta de los ingleses
En la Segunda Guerra Mundial, el duque de Windsor (anteriormente el rey Eduardo VIII) fue nombrado Gobernador General de las Bahamas.
Él viajó a esas islas en compañía de su esposa, Wallis Simpson, en 1940 para ejercer ese cargo de Gobernador General hasta 1945.
En 1973, los habitantes de las Bahamas votaron a favor de la independencia y se declararon independientes del Reino Unido, aunque permanecieron dentro de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth). Las Bahamas prosperaron por el turismo y la banca.
“Vieron los de la carabela Pinta una caña y un palo y tomaron otro palillo labrado a lo que parecía con hierro y otra hierba que nace en tierra… A las diez de la noche vido lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra, pero llamó a Pero Gutiérrez, repostero de los estrados del Rey, y dijo que parecía lumbre, que mirase él y así lo hizo y vídola”, continúa.
Pero… ¿cuál es Guanahani? Hasta 1986 se creyó que la isla que hoy se conoce como San Salvador era aquella a la que había llegado Colón. Pero, con el tiempo y las investigaciones, se determinó que, a ciencia cierta, no se sabe cuál es esa isla.
La revista National Geographic hizo una investigación basada en las descripciones de Colón y descartó que San Salvador fuera el lugar de desembarque.
Se llama San Salvador, como Colón bautizó a las primeras tierras que pisó en continente americano, pero antes de llamaba Isla Gato. National Geographic la descartó porque, según Colón, Guanahani tenía un arrecife que la circundaba. En San Salvador hay un arrecife, pero no en todos los alrededores de la isla.
Ubicada en las Antillas, las islas Bahamas (Commonwealth of The Bahamas) es un estado independiente. El archipiélago tiene 24 islas habitadas, 600 deshabitadas y más de 2 000 peñascos. Las Bahamas se ubican en el océano Atlántico, al este de Florida (EE.UU.), al norte de las islas del Caribe (Puerto Rico, La Española, Cuba y Jamaica) y al oeste de las Islas Turcas y Caicos que pertenecen al Reino Unido.
El 13 de octubre, en su diario, Colón describió: “Esta isla es bien grande y muy llana y de árboles muy verdes y muchas aguas y una laguna en medio muy grande, sin ninguna montaña, toda ella muy verde, que es placer mirarla. Todas las islas propuestas son llanas, arboladas y poseen una laguna. Solo la isla Caicos del Este no tiene laguna”.
Si no es San Salvador… ¿cuál es? Hasta ahora, hay dos teorías fuertes. La primera que sea Cayo Samaná, que está en el centro este de las Bahamas. En 1986, Luis Marden y su esposa, Ethel Cox, de National Geographic, hicieron cálculos y repitieron el viaje de Colón desde las Islas Canarias.
Esta pequeña isla está deshabitada. La teoría de que Cayo Samaná es Guanahani se lanzó por primera vez en 1882. En ese entonces el oficial de la Marina de los Estados Unidos Gustavus Fox propuso que Cayo Samaná era la verdadera Guanahani. La memoria de Fox fue recuperada por Marden y Cox.
La otra candidata es Cayos Franceses o Cayos Playa, al sur de Cayo Samaná. Como es el cayo más occidental de las Bahamas, dos investigadores (el dominicano Ramón Julio Didiez Burgos y Keith A. Pickering ) creen que esa fue la isla a la que llegó Colón.
Estos cayos están deshabitados y fueron el último hábitat natural del hutía de las Bahamas, una especie de roedores grandes, que luego fueron criados en otras partes del archipiélago.
La capital es Nassau y una monarquía parlamentaria rige al país. La reina de Inglaterra, Isabel II, también rige estas tierras y el gobernador es Arthur Dion Hanna. A pesar de que Las Bahamas fueron incorporadas a la historia como una colonia española, hoy están bajo influencia inglesa.
Hasta el siglo XVII, el archipiélago estuvo bajo la bandera de España, pero también era un escondite de piratas. Las Bahamas, ubicadas en la ruta que los galeones recorrían entre las colonias y sus metrópolis, eran ideales para los bucaneros ingleses. Según la página oficial de turismo de las islas, en el siglo XVIII, los lealistas británicos que dejaron Nueva Inglaterra (hoy Estados Unidos) a causa de los sentimientos antibritánicos existentes en aquella colonia, se trasladaron a las islas.
Eran tantos, que la soberanía pasó de manos españolas a manos del Reino Unido. En 1783 se volvieron colonia británica.