La pandemia cambió la forma de vivir de las personas en todo el mundo y Ecuador no fue la excepción. Para niños y jóvenes, que se acogieron a las disposiciones para mitigar el impacto del covid-19, el cambio no fue temporal. Muchos se perdieron su graduación.
Muchos se perdieron etapas importantes de sus vidas, por ejemplo, la culminación de la escuela o el colegio. Aunque las vivieron de una forma distinta, esta se caracterizó por mantenerlos lejos de sus amigos, sin abrazos y sin eventos, en muchos casos soñados.
EL COMERCIO recogió las historias de dos niños y dos jóvenes que tuvieron que aceptar una experiencia distinta a la que se esperaban. Bianca y Nicolás culminaron la primaria y empezaron la secundaria de modo virtual, mientras que Candela y Andrés salieron del colegio sin los festejos de graduación que se habían imaginado.
‘Ahora somos diferentes que en la escuela’
Cuando la pandemia empezó y los estudios se volvieron virtuales, Bianca recuerda que su profesora le dijo que la situación duraría pocos días. Pero no volvió a ver a sus amigos durante los dos años siguientes. Ella estaba en séptimo de básica y llegó a noveno sin ver a sus amigos.
“Ahora somos diferentes que en la escuela”, dice la chica de 13 años. Al preguntarle a qué se refiere, se le dificulta responder, pero luego encuentra las palabras precisas: “nos gustan otras cosas. Por ejemplo, nos peinamos diferente”.
´No volveré a ver a muchos’
Al preguntarle a Nicolás cómo fue su graduación, dice con resignación que pasó en su casa. Hasta allá fueron a tomarle la foto del recuerdo. Y después celebró con su familia el haber culminado el séptimo grado.
Su institución educativa tiene todos los niveles así que él no pasó a un nuevo lugar para empezar octavo. Pero algunos chicos se cambiaron a otros colegios, así que no volvió a saber de ellos. “No veo a muchos desde sexto”, cuenta el chico. Con los más cercanos pactó un par de encuentros seguros durante la pandemia.
‘Aprendimos a ver lo positivo’
A poco tiempo de empezar la universidad, Candela espera una experiencia distinta a la última época estudiantil. La joven considera que es más fácil aprender de modo presencial y que, además, en modalidavirtual se pierde la emoción de empezar su nueva etapa.
Ella también se graduó en medio de la pandemia. Aunque al principio se desanimó, cuenta que ella y sus amigos aprendieron a ver lo positivo, en medio de una circunstancia difícil como la emergencia sanitaria. “tuvimos momentos felices y, aunque no fueron lo que esperábamos, fue muy emotivo, todo el mundo lloró”.
‘Me dolió no vivir los últimos días’
Hace alrededor de siete meses, Andrés terminó una de las etapas más importantes de su vida y se convirtió en bachiller. Aunque la graduación fue presencial, todo el proceso de culminación de la etapa colegial no la vivió en las aulas de su plantel fiscal. “Fue una mala experiencia por esta pandemia”.
¿Por qué? Andrés siente que no pudo disfrutar tanto como hubiese querido con sus compañeros. “Lo que más me dolió fue no poder verlos todos los días”.