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Carrillo cumplió la estrategia de Alianza País

Betty Carrillo, presidenta de la Comisión Ocasional de Comunicación de la Asamblea

Redacción Política

Betty Carrillo siguió a rajatabla la directriz que impuso Alianza País para la redacción de la Ley de Comunicación. La estrategia era que la comisión legislativa abriera espacio para el debate, la discusión y para recibir los aportes ciudadanos que servirían para elaborar la norma; pero debía ser implacable en el momento de que se discuta cómo regular a los medios y al ejercicio periodístico.

¿Qué hizo?
La dirección de Betty Carrillo en la comisión de comunicación fue clave para medir los tiempos del debate de la ley y, sobre todo, para frenar los intentos de la oposición para cambiar un texto clave. 

La comisión fue creada el 15 de septiembre pasado con el objetivo de presentar un proyecto de ley orgánica de la comunicación. Se decidió que 11 legisladores participen en el trabajo.

De ellos seis son Alianza País, uno de Pachakutik, uno del Movimiento Municipalista, uno del Movimiento Concertación Nacional, otro de Sociedad Patriótica y otro de Madera de Guerrero-PSC. Es decir, Alianza País tiene la mayoría y decidió que Carrillo, quien se estrenaba como asambleísta, presidiera la comisión.

Durante 57 días había armonía y debate en el grupo legislativo. En ese lapso se decidió incluir las ideas, incluso las de  los asambleístas de oposición, para que sean analizadas y aprobadas.

Sin embargo, la noche del miércoles 11 de este mes, esa tranquilidad se fracturó. Seis legisladores de  País (tres de ellos suplentes)  y el municipalista Jimmy Pinoargote se reunieron para aprobar y cambiar varios artículos que habían tenido el consenso de la comisión.

Lo que dijo
“Durante 45 días más, recibiremos aportes para el proyecto de Ley de Comunicación y esperamos contar con las observaciones ciudadanas, con las cuales se mejorará el proyecto de ley”.

Uno de esos cambios se aplicó al artículo sobre responsabilidad ulterior del periodista (la obligación para divulgar información veraz y verificada). La reforma fue propuesta por el asambleísta de País Rolando Panchana y sirvió como colchón jurídico para sancionar administrativamente a los medios y a la postre para crear un organismo estatal que cumpla con esa tarea.

Carrillo no estuvo en esa reunión. El miércoles pasado, ella se ausentó de la Asamblea por un problema familiar. Pero sus colegas esperaban que su arribo ajustara las riendas de la comisión.

Por ejemplo, los asambleístas César Montúfar y Fausto Cobo le pidieron que les entregue todo el texto del proyecto; pues temían que sea una norma que atente los derechos. Además, debían aprobar el 75% de los artículos y tenían cinco días para hacerlo.  

Carrillo y los tres asesores de la comisión trabajaron el pasado fin de semana  para ajustar el borrador de proyecto que sería entregado a sus 10 compañeros.

Quién es
Ella es asambleísta por Tungurahua. Llegó a ese cargo con el apoyo del Movimiento País, de la Izquierda Democrática y del Partido Socialista. Tiene 42 años, está casada y tiene dos hijos. Es abogada.

El lunes último, con el texto completo, la oposición se dio cuenta que sus temores tenían fundamento. La mayoría la Alianza País estaba dispuesta a apoyar y  a cambiar detalles de la ley; pero no cedería cuando se hable de regular a los medios.

El miércoles, Montúfar pidió que se eliminen los artículos que fundamentaban la creación de un consejo de comunicación y de las sanciones administrativas contra la prensa y los periodistas.

Entonces, Carrillo decidió hablar. Con un tono suave les explicó que el proyecto que les entregó fue el resultado del trabajo en la mesa y que no había injerencia del Ejecutivo,  aunque ella mismo confirmó que Rafael Balda, integrante de la Asesoría Jurídica del Presidente le apoyó con asesoría en la redacción del documento. “Es mi amigo personal y me contestó dos preguntas que le formulé”, sostuvo la Presidenta.

Carrillo siguió hablando y en su discurso dejó la puerta abierta para que sus colegas de la oposición se retiraran del debate. Todos los presentes en la sesión se percataron que era una despedida. Entonces, Montúfar, Fausto Cobo y Cynthia Viteri  la felicitaron por su trabajo y dejaron sus puestos en la comisión.

La estrategia se confirmó: no habría discusión. El sistema de comunicación del país debía tener un órgano que sea el regulador y sancionador.

Una hora después de la salida de los tres asambleístas de oposición, la mayoría de País con el apoyo de Lourdes Tibán (Pachakutik) dieron vida al consejo de comunicación; una entidad que será la última palabra en el manejo de la comunicación y será un filtro punitivo para el trabajo de los medios de comunicación.

Luego de tres horas el sistema para sancionar a los medios estaba armado, incluyendo un pliego de sanciones y causas para los castigos. En esa discusión ya no estaba Tibán y Pinoargote, de los municipalistas, se quedó solamente para votar contra País.

Los seis comisionados de País empezaron a quedarse solos desde el jueves. Ese día aceptaron que la legisladora Tibán incorporara dos propuestas en el documento. Pero 24 horas después rechazaron esas ideas. Tibán decidió dejar solo a la lista 35. Ese detalle poco afectó a la bancada oficialista. Sabía que sus votos eran suficientes para aprobar todo.