La posibilidad de que los excedentes de la liquidez de la economía, que incluye los recursos de los depositantes en los bancos privados, puedan colocarse en créditos a largo plazo para el sector productivo fue uno de los temas centrales de un debate efectuado el 24 de julio del 2014, en Quito.
El proyecto de Código Monetario y Financiero, que se debate estos momentos en la Asamblea, plantea la creación de una Junta Reguladora, que está facultada, entre sus 55 funciones, para regular la reserva de liquidez de la economía y del sistema financiero.
Para ello, la Junta dispondrá de varios instrumentos; entre ellos, la orientación del crédito (mediante el establecimiento de segmentos, tasas, garantías y límites), operaciones de inversión doméstica y de redescuento.
El director general bancario del Banco Central del Ecuador (BCE) y quien es parte del equipo que diseño el proyecto de Código, Patricio Chanabá, señaló que, en efecto, las reservas de liquidez de la economía incluye los dineros de los depositantes. “El reto de una economía dolarizada es manejar eficiente y proactivamente el manejo de la liquidez y el ahorro nacional y eso sí son los recursos de los depositantes que están depositados en los bancos”, dijo.
Explicó que los bancos depositan en el BCE sus recursos y hay excesos de liquidez que están ociosos.
El funcionario dijo que actualmente estos recursos no se pueden utilizar para ningún objetivo, sino solo para que esté contabilizado para cubrir al 100% los recursos que están depositados.
“Eso es ineficiente. La gestión y el reto es administrar esos excesos que están ahí”, explicó.
César Robalino, titular de la Asociación de Bancos Privados, dijo, dirigiéndose al público que asistió al foro, que la propuesta es “como si mañana yo los censura a ustedes por tener liquidez en su casa o en una cuenta corriente y no deposita a plazos. Yo no puedo censurarlos”.
Robalino señaló que la principal preocupación es que, al estar colocados los recursos a largo plazo, los recursos no dispongan rápidamente de recursos para afrontar eventuales problemas de liquidez.
Chanabá replicó y dijo: “el sistema financiero dice no me toquen los recursos porque son de los depositantes. De acuerdo, pero nadie está pensando en tocar los recursos de los depositantes sin haber efectuado un análisis de las necesidades de riesgo de liquidez individual y sistémica”.
Añadió que los instrumentos planteados por el Código para el manejo de la liquidez son eminentemente técnicos. Las políticas “tienen que sustentarse en esquemas técnicos y eso es lo que está previsto con los instrumentos que prevé el Código”.
El expresidente del Colegio de Economistas, Jorge Rodríguez, consideró que existe una contradicción en la política pública para la regulación de la banca, pues el Gobierno pretende utilizar los fondos de los depositantes, que están colocados a corto plazo, es decir a menos de un año, mientras el Estado utiliza parte de los ahorros del Seguro Social, que son de largo plazo, para colocar deuda y financiar su gasto corriente. “Estamos ahorrando para el gasto corriente del Estado, sin embargo, el Estado pretende utilizar los depósitos que están depositados en los bancos para dirigir a un crédito de largo plazo”.