El baloncesto las hizo errantes

Redacciones Quito y Cuenca

En 2008 no visitó un solo día  su natal Brasil. Kelly Santos es una de las 12  trotamundos que juega en la Liga Nacional de Baloncesto Femenino.

Kelly, nacida en Sao Paulo,  refuerza a la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE),  jugó        en      clubes españoles, franceses, italianos y letones, con los que  se coronó campeona de la liga local.
 
Además, formó parte de la Liga Profesional de Baloncesto Femenino de Estados Unidos (WNBA,  por sus siglas en inglés), la NBA en mujeres. Pero para acumular esta experiencia, dejó a su familia a los 21 años. Hoy tiene 29.
 
“Vivo viajando por Europa. Luego de este torneo no sé en dónde voy a vivir,  porque tengo propuestas de algunos clubes”, menciona la ex seleccionada auriverde. Esto no le ha dado  tiempo ni para formar una familia, aunque hace siete meses empezó una relación con Renan Muller, un compatriota que conoce desde hace 4 años.

Una situación similar vive la argentina Gisela Vega, de 27 años y nacida en Entre Ríos, quien se sonroja cuando la llaman la ‘Ginóbilli femenina’ (en mención a
‘Manú’ Ginóbilli, un  compatriota que triunfa en los Spurs de San Antonio de la NBA).

Jugadoras como ellas ganan en Ecuador, en promedio, entre USD 2 000 y 10 000, dependiendo de su trayectoria y calidad.

Vega dejó su hogar cuando tenía 19 años. La localidad de Galicia, en España, fue su  primera experiencia en el exterior.  Por ello, comenta que luego de superar el primer año fuera de casa, todo se volvió más fácil.  Apenas visita a sus padres y hermanos de dos a tres meses durante el año, ya que el resto del tiempo
recorre el mundo por el baloncesto.

España, Francia y África han sido los países en donde ha mostrado su  talento. Y esta es su primera experiencia en Sudamérica -aparte de su natal Argentina-. 
Pero desde hace cuatro años cuenta con el apoyo de su esposo, Adrián Ledesma, quien viaja permanentemente con ella.
 
Estas historias se asemejan con las de las estadounidenses Denise Wilson y Thova Gardner, quienes  refuerzan al conjunto azuayo del Tecni Club.

Wilson, de 26 años, jugó las últimas tres temporadas en Alemania, Eslovaquia y Hungría.  Mientras que Gardner (30) actuó los primeros cuatro meses de este año actuó en Alemania. Y al igual que Vega y Santos, es la primera vez que emigran a un país sudamericano (Ecuador).

Wilson, con  un título en Administración Deportiva, y Gardner, graduada en Administración y Negocios,  aseguran que el ser solteras les permite salir a diferentes países sin las responsabilidades de una casada.

En las horas libres, durante su permanencia en otros países, aparte de mantenerse en contacto vía Internet con sus familiares, hacen turismo en las ciudades sedes de sus equipos. Además,  degustan de la gastronomía, en este caso la cuencana.
 
En Espe, las cubanas Licet Castillo y Gertrudis Gómez también viven su primera experiencia en el país. Ambas están radicadas en España, aunque Licet tiene un ijo “por quien  trabajar” y visita “cada que se puede”.

Bajo el tablero

En Espe juegan   las cubanas Licet Castillo y Gertrudis Gómez. En UTE, Kelly Santos y Gisela Vega. En Mavort están la colombiana Jeaneth Arias y la cubana Julianne Rodríguez. En Tecni Club actúan Denise Wilson y Thova Gardner.  Mientras que en Uruguay están las estadounidenses Wynter Whitley y Daphene Mitchell.

Santa María  se reforzó con las estadounidenses Lassitter y Shanterel Moss.

La Espe ganó  a Uruguay anteanoche, pero sufrió la expulsión de Gertrudis Gómez.