Redacción Tecnología
El mundo de las bacterias y la resistencia que estas han adquirido en su proceso evolutivo fue uno de los temas abordados por Julio Ramírez, neumólogo investigador de la Universidad de Kentucky, en EE.UU. Este científico estuvo en Quito para dictar varias conferencias.
HOJA DE VIDA
Julio Ramírez
El investigador estudió Medicina en la Universidad de La Plata, en Argentina. Después desarrolló un entrenamiento en Nueva York y luego se radicó en Kentucky, EE.UU.
En la actualidad es jefe de Infectología de la Universidad de Louisville, situada en Kentucky, y es el autor de varias publicaciones científicas.
¿Por qué resulta riesgoso el contacto de las bacterias con los antibióticos?
Primero hay que señalar que es un contacto inevitable; que tarde o temprano tiene que darse. Y, cuando ocurre, las bacterias generan resistencia. Cuando más contacto tenga la bacteria con el antibiótico hay una mayor posibilidad de desarrollar resistencia.
¿En esta resistencia incide la evolución genética de las bacterias?
El uso de antibióticos está ligado a la evolución de las bacterias, porque a medida que se incrementan las dosis de antibiótico suministradas, estas deben desarrollar otros mecanismos de resistencia u optimizar los que ya tienen para poder subsistir.
¿Las nuevas generaciones son más resistentes?
Sí, cada 15 minutos las bacterias tienen descendencia. Las nuevas generaciones tienen un carga genética diferente y, por consiguiente, pueden desarrollar mayor resistencia.
En los últimos años, se ha observado un incremento progresivo de las resistencias bacterianas a los antibióticos, ¿cuál es la razón?
Los antibióticos son uno de los grupos farmacológicos que se han empleado durante varios años con menor rigurosidad. El empleo de dosis incorrectas de estos productos o de forma indiscriminada de ellos puede determinar la aparición de serias complicaciones. Por eso es importante contar con una molécula que se administre en una sola dosis para destruir las bacterias.
¿Un estudio publicado en la revista Nature revela que por más contradictorio que resulte, los antibióticos pueden ser un manjar para estos microorganismos. ¿Esto es posible?
En realidad, hay estudios que evidencian que hay bacterias que son capaces de nutrirse de diferentes tipos de antibióticos y estos informes aportan nuevas claves sobre el complejo tema de las resistencias a los antibióticos. Se sabe que todas las moléculas orgánicas de la naturaleza pueden ser comidas por algún tipo de bacterias y también están algunos antibióticos.
¿Entonces estos últimos corren la misma suerte que cualquier otro compuesto orgánico del entorno?
En realidad, sí, pero todavía restan por desarrollarse más estudios científicos que otorguen más pistas sobre qué antibióticos pueden ser absorbidos por estos microorganismos.
¿Hay comunicación entre las bacterias?
Hay que pensar que las bacterias viven en comunidades y que, por lo tanto, intercambian información entre ellas. Juntas aprenden a defenderse mejor. En la actualidad, hay muchos trabajos ya publicados y validados que demuestra sin ningún género de dudas que dos bacterias físicamente separadas pueden comunicarse a través del aire.
¿Algunas se separan?
Si esto llega a ocurrir sería una bacteria suicida. Será fácil para los glóbulos blancos eliminarla.