Redacción Guayaquil
Los tres primeros aviones supersónicos Mirage 50, de seis que Venezuela donó a Ecuador, ya están en el país. Arribaron ayer a las 11:00 a la Base Aérea de Taura, a unos 15 minutos de Guayaquil.
Fueron recibidos por Alonso Espinoza, jefe del Comando de Operaciones Aéreas de la Fuerza Aérea, de parte de José Gregorio Pérez, segundo comandante de la División Militar Bolivariana de Venezuela. En la ceremonia de entrega de los aparatos estuvieron presentes autoridades militares ecuatorianas y el segundo cónsul de Venezuela, Algimiro Alburjas.
Naves supersónicas
Las tres aeronaves restantes que fueron donadas a Ecuador llegarán al país el 14 de diciembre próximo. Son dos monoplazas (solo va el piloto) y uno biplaza (piloto y copiloto).
La donación de los aviones supersónicos Mirage 50 es parte de un acuerdo firmado entre Ecuador y Venezuela que contempla un intercambio técnico-militar entre países. Este se firmó a fines de septiembre. Los pilotos primero volaron a Panamá, en donde tuvieron que hacer escala forzosa en el aeropuerto Internacional de Tacumen, a 45 kilómetros de la capital panameña, debido al mal tiempo. Versiones de prensa de Venezuela dijeron que la escala se debió a que supuestamente las naves no tenían permiso de Colombia para sobrevolar su territorio.
Sin embargo, Pérez aseguró que esa fue una noticia tergiversada. “Sí se nos permitió el paso por Colombia… Atravesamos vía Venezuela-Panamá, nunca se nos negó el permiso por Colombia”.
Las naves venezolanas llegaron a la pista de la Base de Taura escoltadas por tres aviones también supersónicos de la FAE, que salieron a su encuentro en la zona fronteriza de Esmeraldas con Colombia. Son dos biplazas con capacidad para piloto y copiloto, y uno monoplaza solo para piloto. Pertenecían al Grupo de Caza Nº 11, del estado de Aragua, de la región centro-norte de Venezuela.
En su discurso, Pérez destacó las cualidades y características de los tres aviones, cuya fabricación data de los años 70, en Francia. “Estos aviones, dependiendo de las repotenciaciones y del mantenimiento que se les haga, pueden durar hasta 50 años. Estuvieron 33 años en la Fuerza Aérea venezolana… Lo que hay que hacer es un mantenimiento…”.
Estas naves fueron adquiridas como Mirage 3 y 5, pero en 1991 fueron sometidas a una modificación a la versión más avanzada tecnológicamente: Mirage 50.
“Esa reconversión mejoró sus capacidades de navegación a larga distancia, cambió los modos de tiros análogos a modos computarizados, hizo la navegación más precisa…”, destacó el piloto venezolano Santiago Infante.
Espinoza agradeció la donación y dijo que están en estado “operativo”. Pero señaló que ahora el Estado debe entregarles el presupuesto para ponerlos a volar. “El costo por hora de vuelo de este avión es de USD 5 000. Nosotros aspiramos a volar unas 300 horas al año”, señaló.
Las naves venezolanas reemplazarán a la flota de Mirage F1, de la FAE y que el próximo año serán dados de baja. “Cubre una debilidad que tenía el Ecuador, al no poder atacar aire-mar”.