La Policía suiza descartó que la agresión con una motosierra a cinco personas en la localidad suiza de Schaffhouse se haya tratado de un ataque terrorista, según la agencia helvética ATS. Imágenes de Franz Wrousis, sospechoso responsable del ataque en Schaffhausen, Suiza, este 24 de julio de 2017. Foto: EFE/Swiss Polizei Sh
Franz Wrousis, un solitario suizo de 51 años, Suiza, entró el lunes 24 de julio del 2017 a una compañía de seguros de la ciudad de Schaffhausen con una motosierra e hirió a cinco personas, dos de las cuales se encuentran en estado de gravedad, en un extraño incidente que conmocionó al país.
El atacante luego escapó y más de 100 agentes de policía conducen un intenso operativo en la ciudad cercana a la frontera con Alemania.
Por lo poco que se sabe, Wrousis era un hombre solitario y desequilibrado que vivía en un bosque en las afueras de Schaffhausen. Había sido arrestado dos veces por posesión de armas ilegales, según informó la policía.
Beat E., una mujer de 64 años que solía alquilarle una habitación en Beromünster, a 50 kilómetros de Schaffhausen, dijo al periódico suizo Blick que Wrousis era introvertido y amable, pero que al final se comportaba de manera cada vez más extraña. “Estuvo en un accidente de autos que lo dejó traumado”, explicó.
La policía cerró el casco viejo de Schaffhausen mientras buscaba al hombre armado con una sierra mecánica. Según la policía, al menos cinco personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad. Foto: EFE/Schaffhauser Polizei
Sin aviso, el hombre abandonó un día aquel apartamento y dejó allí todas sus pertenencias, incluyendo varios libros religiosos, que E. debió tirar por su cuenta. Aunque había pagado todo su alquiler por adelantado.
Por su parte Benjamin Schmid, empleado de 34 años en el hotel Backpacker Deluxe Capricorn de Laax, unos 100 kilómetros al sur de Schaffhausen, contó que hace tres meses Wrousis se hospedó allí.
“Quería quedarse un mes y decía que buscaba tomar un poco de distancia del mundo exterior”, dijo a Blick. Wrousis también le contó que había conseguido un Volkswagen Caddy, el auto que fue hallado por la policía tras el ataque, con el que quería irse a la montaña.
Pero sólo se quedó un día en el hotel. “Decía que tenía que alejarse de las gente, de las ‘malas vibraciones’. Decía que yo miraba en su cabeza”, relató.
Hace un mes Wrousis llegó a Uhwiesen, una localidad al sur de Schaffhausen, y estacionó su Caddy en la entrada de un bosque, donde comenzó a vivir.
La casa de Ruedi Karrer, presidente del municipio de Uhwiesen, está a 300 metros del lugar. Todos los días paseaba a su perro y podía ver a Wrousis en su estado calamitoso. Un día Karrer y su esposa le hablaron y el hombre contestó que su perro “tenía un gran estilista” y después “dijo cosas extrañas sobre Dios”, según relató la revista Look.
La policía lo visitó en ese momento y le tomó las tres fotografías que circulan en redes sociales, constató su importante altura de 1,90 metros, registró la patente del auto y le dejó un número de teléfono para que se comunicara.
En las semanas siguientes vecinos reportaron que se había cortado todo el cabello en la cabeza y que había comprado una motosierra que usaba en el bosque.
Y el lunes Wrousis bajó a la ciudad blandiendo esa herramienta, ingresó en la empresa de seguros CSS, contra la cual , según la policía, podría haber actuado deliberadamente ya que era un cliente, e hirió a cinco personas antes de escapar.
Las fuerzas de seguridad que se encargan de la persecución advirtieron ahora que el atacante es “peligroso, agresivo y mentalmente inestable”, sufre de esquizofrenia y podría tener más armas además de la motosierra.
Pero en Suiza ya están recibiendo críticas por no haber actuado antes cuando ya era evidente el desequilibrio de Wrousis.