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Asesinato y corrupción manchan a estadio de Mundial 2010

Sudáfrica, Reuters

Mbombela es uno de los estadios nuevos con más ambiente de los construidos para el Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, ubicado entre las hermosas colinas del norte del país y con el apoyo de torres de color naranja que se asemejan a las jirafas.

Pero el recinto de casi 1.300 millones de rand (172 millones de dólares) se ha visto empañado por una serie de escándalos, incluyendo el asesinato, al parecer realizado por sicarios profesionales, de un funcionario municipal que hizo una denuncia sobre supuesta corrupción y negligencia.

El estadio fue construido en las afueras de Nelspruit, la puerta de entrada al parque más famoso de Sudáfrica, el Kruger -por eso la alusión a las jirafas-, en una zona de gran belleza donde se cultiva la mayor parte de los cítricos del país.

Pero las múltiples controversias anteriores a la Copa del Mundo han manchado esta belleza. Los escándalos son parte de un intento fallido del municipio para comprar el terreno del estadio a los propietarios de la comunidad Matsafeni por sólo un rand, además de acusaciones de ofertas irregulares, pagos excesivos, conflictos de intereses y evasión fiscal.

Un juez del mayor tribunal del país, molesto con el acuerdo, lo bloqueó, acusando a la municipalidad de ser como los colonos que trataron de comprar tierras a módicos precios. Ahora, los Matsafeni han acordado una transferencia por casi 9 millones de rand.

El gerente municipal, Joseph Dladla, fue suspendido de su cargo a principios del 2008 tras una investigación hecha por un estudio de abogados locales, que adujo que el funcionario había dejado al municipio cerca del colapso.

Su aliado, el alcalde Justice Nsibande, fue despedido y el municipio quedó bajo una administración externa. El portavoz municipal Jimmy Mohlala, principal crítico de las supuestas irregularidades, fue asesinado en enero por hombres enmascarados frente a su casa. En el caso aún no se han realizado arrestos.

La construcción de los estadios sudafricanos, ahora casi completa, se ha vito sacudida por repetidas protestas laborales y violentos enfrentamientos entre la policía y la población local, indignada porque no se construyeron dos nuevas escuelas, las que fueron desplazadas por el proyecto.

El inadecuado suministro de agua y electricidad del municipio a la comunidad Matsafeni significa que los partidos del Mundial podrían jugarse a la vista de chozas donde la gente vive en condiciones sórdidas.

El entusiasmo es cada vez mayor por la Copa del Mundo en Sudáfrica, y Nelspruit está decorada con carteles de colores para el torneo. Pero no hay entusiasmo en Mataffin. "No estamos felices con que la Copa del Mundo llegue a Sudáfrica", dice Sarah Shabangu, de años 29, una desempleada madre de tres hijos, mientras saca agua de un sucio pozo ubicado cerca de las letrinas y en medio de unas chozas que están a la vista del estadio.

"Sólo unos pocos funcionarios corruptos y sus amigos se van a beneficiar. La gente en el campamento no va a conseguir nada", dijo a Reuters. Su amiga Khelina Sibuyi, de 49 años, está de acuerdo. "Nosotros utilizamos esta agua para beber, cocinar y bañarnos. Los niños se enferman y sufren diarrea (...) desde que se construyó el estadio hemos estado esperando ayuda para obtener servicios, pero no pasa nada, no hay agua ni electricidad", comentó.