En Wuham-China se combina medicina tradicional y occidental para tratar al paciente. Foto: EFE
Mientras la vacuna para el nuevo coronavirus covid-19 aún está en gestación, los equipos médicos de al menos 80 países administran tratamientos usados en otras patologías para pacientes críticos.
Entre estas enfermedades causadas por virus están el ébola, el VIH-sida, la malaria, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV-2) y el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS-CoV5).
De esta forma se busca frenar el porcentaje de muertes de los pacientes más graves, que está en 3,7% en China y un porcentaje similar en Italia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el país asiático hay casi 300 ensayos clínicos sobre la capacidad de uno o la combinación de varios fármacos.
La revista internacional de Enfermedades Infecciones, por su parte, publicó un estudio de la universidad noruega de Ciencia y Tecnología en el que se identifican 120 moléculas para tratar el covid-19 y de estos 31 son serios candidatos para este caso.
“Estos antivirales de amplio espectro funcionan contra muchos virus y podrían proporcionar protección adicional contra virus emergentes”, señala la investigación.
Entre ellos se destaca el remdesivir, que se usó por primera vez en EE.UU. en un paciente con covid-19. Lo tomó el séptimo día de la enfermedad y mostró gran mejoría al día siguiente, según el New England Journal of Medicine.
Los investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) demostraron en un estudio reciente que una vez que se toma el medicamento, el virus ya no puede replicarse.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU.(FDA) aprobó dos ensayos clínicos aleatorizados con este producto para pacientes hospitalizados con covid-19. El remdesivir ya fue indicado contra el SARS-CoV-2 y MERS-CoV5 y fue la respuesta al virus del ébola, en África, en 2014.
Se prevé los primeros resultados sobre la eficacia de este fármaco en abril próximo.
En China también se lleva adelante una terapia basada en los antirretrovirales lopinavir y ritonavir, que se usan contra el VIH-sida y, el oseltamivir, cuando hay gripe.
Esta combinación ha permitido reducir la mortalidad del paciente con neumonía causada por covid-19 y bajar el consumo de antiinflamatorios y antialérgicos. Aunque se ha observado que su efecto se pierde cuando se aplica tardíamente. En Corea del Sur, que registró 6 088 casos y 35 muertos hasta ayer, jueves 5, se considera al lopinavir y ritonavir como antivirales prometedores, pero se enfatiza en la necesidad de llevar a cabo más ensayos para generar evidencia para poder recomendarlos como agentes terapéuticos.
Otro fármaco antipalúdico de bajo costo que ha tomado relevancia para pacientes con neumonía por covid-19 es el fosfato de cloroquina, que se ha usado por más de 70 años para la malaria y como antiinflamatorio en artritis y lupus eritematoso.
Un equipo de farmacólogos del Hospital Universitario de Qingdao (Shandog-China) señala en publicaciones chinas que “tiene una eficacia aparente y una seguridad aceptable contra la neumonía asociada al coronavirus”.
También se ha desarrollado un producto con el plasma convaleciente de las personas curadas. Según los resultados, de 12 a 24 horas después del tratamiento hay una mejoría de síntomas clínicos y una baja notable en los indicadores inflamatorios. El método fue publicado por la Comisión Nacional de Salud de China.
En EE.UU., donde se desarrolla la vacuna, los Institutos Nacionales de Salud registran 38 ensayos programados o con avances in vitro.