Imagen referencial. El Ministerio de Salud indicó que no era recomendable continuar administrando hidroxicloroquina para covid-19. Foto: Archivo / Reuters
En hospitales del mundo, incluido Ecuador, se optó por suministrar hidroxicloroquina a pacientes con coronavirus que presentaban complicaciones moderadas y graves. Pero, tras casi cuatro meses desde que empezó la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el lunes sobre sus posibles efectos, como el incremento de arritmias y otros males cardíacos.
Esto abrió un debate sobre el uso de este fármaco, que se vende con receta. Años atrás, las autoridades sanitarias mundiales aprobaron su ingesta para tratar la malaria y males autoinmunes como la artritis reumatoidea y el lupus.
China fue uno de los primeros en aplicarlo contra el covid-19. Los resultados -reseñó The New York Times, el martes 19- fueron positivos. Pero expertos y la Agencia de Medicamentos y Alimentación (FDA, por sus siglas en inglés) alertaron sobre anormalidades peligrosas (arritmias).
Su decisión también se basó en la publicación de la revista científica Lancet, que detalla efectos negativos. Analizaron a 96 032 pacientes de 671 hospitales en seis continentes. Revisaron la mortalidad entre quienes recibieron hidroxicloroquina. Tuvieron 33% mayor riesgo de morir. Y se registró alta frecuencia de arritmias.
Hasta la semana anterior, en hospitales públicos de Ecuador -cuarto en Latinoamérica con 38 103 contagios- también se administraba esta fórmula.
El Ministerio de Salud indicó ayer 27 de mayo del 2020 que no era recomendable continuar administrando el tratamiento para covid-19 basados en la evidencia mundial y también en las experiencias de los médicos del Eugenio Espejo. Así lo explicó Xavier Solórzano, viceministro.
En el Espejo se atiende a cerca de 70 contagiados y sí se han registrado arritmias. “Han sido pocos. Cuatro a cinco personas han tenido estos efectos”, indica el neumólogo Eduardo Castro.
Ante ello, “los cardiólogos visitaban constantemente a los pacientes y les hacían electrocardiogramas para revisar el ritmo del corazón”. Además hubo casos de hipertensión arterial, en personas que no sufrían de este padecimiento.
¿Cuál será el reemplazo de este fármaco? Castro recuerda que no hay un tratamiento. Ha dado resultados positivos la terapia de oxígeno para quienes tienen dificultades respiratorias. Además, los antirretrovirales y anticoagulantes.
En el IESS Quito Sur, que concentra casos de covid-19, no se han reportado problemas, pese a que se aplicó a quienes ingresaron a hospitalización, con complicaciones. En su experiencia -relata Hugo Espejo, subdirector de medicina crítica- el producto no mostraba “efecto favorable”. Dice que ya se sabía de su toxicidad. Hace dos años hubo alertas, lo aplicaron con protocolos.
Antes de suministrarlo se hacía un electrocardiograma. Luego, el examen se repetía al segundo y quinto día de la toma, según los cardiólogos Sandra Ojeda, del IESS Quito Sur, y Luis Guerrero, del Carlos Andrade Marín. Esa indicación también consta en el Consenso Multidisciplinario Informado en la Evidencia sobre el Tratamiento de covid-19, aprobado por gremios y el Ministerio.
A mediados de abril, la Sociedad de Cardiología y la Red de Farmacéuticos también se pronunciaron. “Elevamos la voz de protesta para evitar el uso irracional de este medicamento. Incluso se comercializa en redes sociales”, explicó Paúl Domínguez, del segundo gremio, con 564 afiliados.
En hospitales privados como el Metropolitano pasó algo similar. La fórmula se ha usado por recomendación de un grupo de galenos. “Se evalúa detalladamente si se necesita”, dijo el internista Carlos Nieto.
Para Enrique Terán, catedrático y miembro de la Academia de Ciencias, la OMS tomó una “decisión acelerada”, ya que Lancet no evaluó que los fallecidos tenían comorbilidades u obesidad. “El uso debe darse bajo estricto control y seguimiento. No hay opciones”.
En el país, varios entes han gestionado la compra del fármaco. El 16 de mayo llegaron a Quito 2 000 tratamientos de azitromicina e hidroxicloroquina, donados por el Comité Especial de Guayaquil. A su vez, el fideicomiso Salvar Vidas EC entregó 915 000 pastillas que servirán para atender a 45 750 pacientes en 212 hospitales de todo el país.