Berlín, DPA
El presidente del proyecto Yasuní-ITT, Roque Sevilla, manifestó ayer que el Parlamento Alemán recibió con un pedido de “cifras concretas” la iniciativa mediante la cual Ecuador pretende recibir USD 7 000 millones por no explotar las reservas petroleras en el Parque Nacional Yasuní.
“Presentamos la cifra global porque supusimos que continuarían las preguntas técnicas sobre el proyecto, y nos pidieron cifras concretas”, dijo Sevilla.
Por eso su equipo ahora “está desarrollando un concepto que se basa en el PIB de cada uno de los países industrializados que suscribieron el Protocolo de Kioto, más Estados Unidos”, para determinar con cuánto debe contribuir cada uno.
Ecuador aspira a que los países participantes “comiencen a aportar en 2010 hasta llegar al precio que ahora calculamos en USD
7 000 millones, que de hecho equivalen a 410 millones de toneladas métricas (t) de CO2 que hay bajo tierra”, explicó.
“Cada año planeamos vender 5% de esa cantidad a cada país de acuerdo con su PIB”. Lo que se venderá serán Certificados de Garantía ITT-Yasuní, que también se propondrán como canje de deuda. “De los cerca de USD 500 millones de deuda de Ecuador, el Club de París tiene cierta cantidad de bonos, y lo que haría es canjearlos por Certificados de Garantía ITT-Yasuní. Ecuador recibiría los bonos como aporte al Fondo ITT. Francia dejaría de tener el capital y de percibir los intereses”, ejemplificó Sevilla.
En general, los países consultados se manifestaron dispuestos a participar: Alemania en primer lugar, España igual, demostró gran interés; hay también cartas de apoyo de varios legisladores de la UE (Unión Europea), dijo Sevilla, quien lidera el equipo negociador junto con la ex ministra de Ambiente, Yolanda Kakabadse, y al ex canciller Francisco Carrión.
Estados Unidos también mostró interés. Italia manifestó asimismo por escrito el interés en un canje de deuda. Otro país que brindó su apoyo a la iniciativa es Inglaterra. Y antes ya lo hizo el príncipe Carlos.
El proyecto Yasuní-ITT propone mantener el crudo del área indefinidamente en el subsuelo siempre que la comunidad internacional compense a Ecuador al menos con el 50% de los ingresos que recibiría si las explotara. El Yasuní es una de las áreas de mayor biodiversidad del mundo y hogar de pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario: los tagaeri-taromenani y el huaorani.