El ajuste al gasto se quedó corto y pasa factura

En 2015, vía reforma, cambió aporte estatal al IESS. Foto: Archivo: M. Valarezo / EL COMERCIO

En 2015, vía reforma, cambió aporte estatal al IESS. Foto: Archivo: M. Valarezo / EL COMERCIO

En 2015, vía reforma, cambió aporte estatal al IESS. Foto: Archivo: M. Valarezo / EL COMERCIO

En el 2015, el bajón de ingresos empujó al Fisco a restringir el gasto. Pero el recorte no fue suficiente y los efectos empiezan a sentirse ya en lo que va del año, según expertos.

El Fisco proyectó gastar el año pasado USD 27 085 millones (sin amortizaciones de deuda y compra de derivados), pero la caída del precio del crudo llevó al Ministerio de Finanzas a anunciar un recorte de 2 200 millones a esos gastos. 


Los datos de ejecución presupuestaria de esa Secretaría de Estado revelan que al cierre del año se logró un ajuste global de USD 1 918 millones, menos que la meta anunciada.
El 60% de los gastos del Presupuesto General del Estado en el 2015 fueron corrientes, que incluyen salarios del sector público, subsidios a la seguridad social y al bono de desarrollo humano, intereses de deuda, luz, limpieza y otros servicios para el normal funcionamiento del Estado.


Aunque se anunció un recorte en este rubro, el principal ajuste durante el 2015 fue al gasto de inversión, que se recortó en USD 2 000 millones. 
Sandra Naranjo, titular de la Secretaría Nacional de Planificación, confirmó el dato y señaló que no se construyeron, por ejemplo, todas las unidades del milenio planificadas. 


Pero el pago de salarios no solo no se tocó, sino que subió en 43 millones. Para David Castellanos, analista de la consultora Multiplica, esto se debió a los ascensos que ocurren en el sector público y a que la mayoría de los empleados tenía contratos firmados hasta finales de año.
 Explica que el Fisco tiene que “comerse” lo que recauda en el impuesto a la renta y al valor agregado para cubrir solo salarios “y eso no es sostenible en el tiempo”.


Sobre el tema salarial, Fausto Herrera, titular de Finanzas, justificó a fines del año anterior: “Nosotros lo que protegemos, ante cualquier política económica, es al ser humano”.
Donde sí hubo un importante recorte, dentro de los gastos corrientes, fue en el subsidio para el pago de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

El Gobierno dejó de transferir estos recursos, tras la aprobación de la Ley para la Justicia Laboral, en abril pasado, con el argumento de que el IESS tiene liquidez suficiente.
Eso le significó al Fisco un ahorro de más de USD 1 000 millones “pero porque dejó de pagar”, dice Castellanos. 
Otro ítem afectado fue el pago del Bono de Desarrollo Humano, un subsidio que llega a población de bajos ingresos.

Se redujo en 7,5%, según Jaime Carrera, del Observatorio de Política Fiscal.
Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, concluye que el bajón de gastos del año pasado solo reflejó que el Fisco no consiguió todos los recursos previstos; y si no se tiene plata, no se puede gastar.


Con esto coincidió Pedro Romero, profesor de la Universidad San Francisco, que anota que “no les quedó otro remedio que restringir gastos; por eso quedaron impagos proveedores, contratistas, mu­ni­cipios”, acota el docente.


La semana pasada, el propio Herrera dijo en Ecuadoradio que esos pendientes terminarán de pagarse recién en abril. 
Para Carrera, la falta de un recorte más agresivo al gasto corriente obligó al Fisco a tomar ingresos y financiamiento de este año para cubrir atrasos del 2015.

“Se siguen acumulando deudas, por no haber hecho los recortes que se debían hacer. Se va creando un círculo de deudas e inestabilidad fiscal que se agudizará en el futuro”.
Cifras de la ejecución presupuestaria develan que, entre enero y el 12 de marzo pasado, el Fisco arrastra atrasos por USD 568,4 millones, que es la diferencia entre gastos devengados (comprometidos) y los efectivamente pagados.

El 3 de marzo, Herrera anunció un ajuste de USD 800 millones al Presupuesto de este año, en diferentes rubros como municipios, universidades, etc. Pero dijo que no recortará sueldos, bienes y servicios de escuelas, hospitales, etc.
Carrera insistió en que si no se reduce el gasto en salarios, que es el más fuerte, no se está dando una solución real y compatible con la actual baja de los ingresos.

LAS CIFRAS

8 719 millones de dólares fue el gasto proyectado en salarios al inicio del 2015.

8 762 millones de dólares se destinaron (devengados) a salarios, al cierre del 2015.

5 785,9 millones de dólares fue el gasto presupuestado en derivados en el 2015.

4 859,9
 millones de dólares se destinaron (devengados) a derivados al final del 2015.

7 520
 millones de dólares seproyectaron en obra públicay gasto de inversión el 2015

5 343 millones de dólares sedestinaron a obra pública e inversión al cierre del 2015.

3 595 millones de dólares se proyectaron en asignaciones a GAD para el 2015.

3 360 millones de dólares se transfirieron (devengados) a GAD al cierre del 2015.

1 260 millones de dólares se proyectaron en intereses de deuda a inicios del 2015.

1 760
 millones se destinaron (devengaron) a intereses 
de deuda al cierre del 2015.

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