Para dejar el aislamiento y proyectar escenarios se necesitan más datos

El próximo 4 de mayo de 2020 se iniciará una etapa de semaforización con respecto a las medidas restrictivas a raíz de la emergencia sanitaria por covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El próximo 4 de mayo de 2020 se iniciará una etapa de semaforización con respecto a las medidas restrictivas a raíz de la emergencia sanitaria por covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El próximo 4 de mayo de 2020 se iniciará una etapa de semaforización con respecto a las medidas restrictivas a raíz de la emergencia sanitaria por covid-19. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Antes de pasar del aislamiento al distanciamiento social, científicos, biomédicos y epidemiólogos piden cifras. ¿Cuáles? Además del total de pruebas aplicadas y de casos positivos reportados, se necesita saber la capacidad de respuesta por ciudad y el llamado RO del país: número de personas que se infectan a partir de un contagiado. En el mundo se habla de dos a tres.

Con esos elementos se puede hacer un modelo matemático y proyectar los escenarios que pueden presentarse, dice Estefanía Espín, máster en Ciencias de Biotecnología Biomédica. Eso “se requiere antes de liberar o flexibilizar medidas de confinamiento y pasar al distanciamiento”.

Lo ha leído en revistas médicas como The Lancet y Nature y es la recomendación del Centro de Prevención de Enfermedades (CDC) Europeo.

En Ecuador se registra cierta inconsistencia en los datos presentados sobre covid-19. El jueves pasado, y luego de ocho semanas desde el anuncio del primer caso, el Ministerio de Salud obtuvo los resultados de más de 10 000 test, que no habían sido procesados a tiempo.

Sin embargo, ayer, luego de un fin de semana sin actualización de datos, las autoridades informaron que hay 23 240 personas contagiadas de un total de 61 529 pruebas aplicadas. Aún se esperan los resultados de 13 237 muestras tomadas.

Además, sorprendió un desfase con las cifras provinciales de contagiados presentadas hasta el viernes. Así, Guayas tenía 15 365 y ayer solo 10 172. Se dijo que no se incluyeron las pruebas rápidas (que detectan anticuerpos luego de que alguien haya estado contagiado), solo las de PCR (diagnósticas). Eso se hizo solo hasta el viernes.

Juan Manuel Guayasamín, catedrático de la USFQ y miembro de la Academia de Ciencias, señala que en todos los países hay cierto subregistro. “Realmente hay incertidumbre. No se puede conocer la realidad de la pandemia”.

Pero considera que en el país “no es suficiente con la reducción de emergencias para decir que estamos en una zona de aplanamiento de la curva”.

Días atrás, el Gobierno anunció que aplicará un millón de pruebas rápidas hasta mediados de junio, para conocer el porcentaje de inmunizados y reconocer focos de contagio.

Santiago Ron, investigador de la PUCE, opina que la información disponible torna difícil la realización de predicciones de escenarios para tomar decisiones. “Así es complejo entender el comportamiento de la pandemia en el país. Ahora, además, cada cantón requerirá expertos epidemiólogos para interpretar datos”.

El fin de semana, Ron analizó la proporción de resultados positivos del total aplicados en 84 países. “Me llama la atención que Ecuador sea el país con mayor porcentaje de positivos a escala mundial; llega a casi el 50%”. Le parece que es una señal de que la “situación es excepcionalmente difícil de manejar, con gran cantidad de infectados, o bien hay un déficit grande de pruebas”.

De 48 292 pruebas procesadas, según el reporte de ayer 48% es positivo para covid-19.

En esa línea, el Colegio Médico de Pichincha también considera prematuro flexibilizar las medidas de restricción de movilidad. Cada reporte de test realizados -señala- muestra un aumento del número de contagiados. Aunque el incremento de hospitalizados con síntomas moderados y graves no sea exponencial.

La Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, a través de su titular Fernando Sacoto, considera que es posible asumir que la disminución de personas contagiadas se debe al aislamiento social que, en buena medida, se cumple en el país.

Sin embargo, dice que no se debiera hablar de una flexibilización sin medidas de salud pública ni protocolos claros para nuevos escenarios. “Hay que implementar mecanismos de detección y control de casos sospechosos y contactos, apoyada por una masiva aplicación de pruebas moleculares y serológicas”.

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