98 denuncias por extorsión de vacunadores se han registrado de enero a abril del 2023 en Quito. Según la Policía 51 presuntos delincuentes han sido detenidos en los cuatro primeros meses de este año.
En Quito, barrios del centro, norte y sur se han convertido en los objetivos de las bandas delincuenciales. El modo de operar es realizar un primer acercamiento a los locales comerciales y dejar panfletos y comunicados.
El teniente coronel Juan Mauricio Chacón, comandante del Distrito de Policía Nacional Manuela Sáenz, explica que después del primer acercamiento, los presuntos extorsionadores inician con visitas y agresiones a los propietarios y trabajadores de los locales comerciales.
Indica que los actos violentos se realizan a las personas con golpes, robos y atacan a la estructura de los negocios con disparos y destrucción de los locales en horas de la noche.
Sectores con más indices de extorsión
Mediante patrullajes y, por pedidos de ayuda de los ciudadanos, miembros de la Policía Nacional han determinado que 32 sectores de Quito son los más afectados por los presuntos vacunadores pertenecientes a las bandas: Los Lobos, Tren de Aragua de Venezuela y Delincuencia Común.
- Guamaní
- Solanda
- San Isidro del Inca
- Quitumbe
- Centro Histórico
- La Magdalena
- Iñaquito
- La Mariscal
- Calderon
- Chillogallo
- Cumbayá Sur
- Carapungo
- Cotocollao
- Puengasí
- La Ferroviaria
- El Bosque
- Las Casas
- Bicentenario
- Llano Chico
- Argelia
- Chimbacalle
- Aeropuerto
- Cochapamba
- Carcelén
- El Condado
- La Bota
- Pomasqui
- Monjas Collacoto
- El Panecillo
- Las Cuadras
- Turubamba
- Pifo
Los vacunadores se acercan para obtener una ‘contribución’ monetaria a cambio de otorgar una supuesta seguridad y protección a los propietarios y trabajadores de los locales comerciales ante otros presuntos delincuentes.
El accionar de las bandas delictivas tomó fuerza en 2022 asegura la Policía Nacional, pues durante ese año recibieron 60 denuncias de extorsión a diferencia del 2021 que no hubo denuncias.
En 2023, durante los primeros meses, las denuncias aumentaron a 98 casos.
“Yo saqué lo que tenía en la caja y les di por miedo…”
María C., nombre protegido, propietaria de una tienda de abarrotes en el sector de La Mariscal, comenta que hace un mes se acercaron tres personas a exigirle un pago por USD 200 a la semana para cuidar su local comercial de los presuntos delincuentes que asechan la zona.
Ella dice que la amenazaron con armas de fuego sino les entregaba el monto. “Yo saqué lo que tenía en la caja y les di por miedo, estaba sola con mi bebé”, recuerda.
A la siguiente semana nuevamente se acercaron a pedir dinero, pero ella se negó y dijo que vayan a finalizar el fin de semana. Ella optó por no abrir su local hasta que pasaran unos días. A las dos semanas volvió a atender y no ha tenido una visita.
Marcelo M., nombre protegido, propietario de un local de ropa en el Centro Histórico, comenta que fue víctima de extorsión.
A inicios de año se acercaron a su local a pedir dinero, él se negó y fue agredido físicamente. Los presuntos delincuentes se robaron mercadería y dinero que había en la caja.
Marcelo acudió a denunciar a la Fiscalía General del Estado (FGE) y le comentaron que en unos días tendría una respuesta.
Para precautelar su seguridad colocó rejas en las puertas y cierra su local más temprano, cerca de las 16:00.
Estrategias de seguridad
Los integrantes del cuerpo de seguridad de la Policía Nacional han realizado una campaña de difusión a locales comerciales, cooperativas y otras entidades sobre el uso de la línea de emergencia 1800 Delito.
Aseguran que en medio de la comunicación las víctimas deben proporcionar toda la información sobre los presuntos delincuentes, direcciones, nombres de los propietarios y actividades económicas que realizan.
Además, recomiendan evitar dar dinero a los extorsionadores y llamar a los números de emergencia.
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