El Régimen decidió retomar la figura del Ministerio del Interior. Patricio Carrillo está al frente de la Cartera de Estado y señala algunos de lo elementos claves de su gestión.
Un año ha pasado desde que dejó de ser Comandante de la Policía. Antes de irse del cargo dijo que para mejorar la seguridad de las cárceles y del país se requería una ley de Inteligencia. Como Ministro del Interior, ¿la promoverá?
Una ley de Inteligencia es fundamental para tener fluidez en el análisis de la información. Hay que revisar articulados del Código Penal y los reglamentos disciplinarios de control para evitar la captación del crimen organizado en Policía, FF.AA. y Fiscalía.
¿La plantearán con la consulta popular que prepara el Ejecutivo? ¿Se preguntará sobre seguridad en cárceles?
Sí, claro. Temas de seguridad van a ir en la consulta popular. Hay un eje solo para poder consultarle al ciudadano en términos de seguridad varias cosas, entre esas las medidas adoptadas hoy con un reglamento pero que deben ser fortalecidas para trasladar y reubicar (cabecillas).
¿Qué conseguirían con esto?
Es necesario un mecanismo de progresiones y regresiones para que el cabecilla de organizaciones criminales, que produzca actos irracionales en los centros penitenciarios, no solamente sea reclasificado a otro sitio, sino que se pueda incrementar su pena. Ahí hay algunos mecanismos que los ciudadanos deberán pronunciarse y que son importantes para poder disuadir.
¿Hoy no lo tienen?
El mecanismo legal ahora es un poco insuficiente para esta posibilidad de disuasión, pero también vamos superando algunas cosas con política. La política pública de seguridad también ayuda en muchos aspectos a superar las deficiencias y debilidades legislativas o de normas.
Actualmente, ¿cómo se investiga dentro de las cárceles?
Las investigaciones son posteriores a los hechos. Lo importante es que nosotros hagamos una anticipación de estos y para eso necesitamos procesar la información y eso se convierte en Inteligencia. Eso nos permite conocer las dinámicas para evitar que no suceda más violencia. Hay que fortalecer Inteligencia penitenciaria y hay que hacer transferencia tecnológica.
¿Esta debilidad genera que la Policía no encuentre las caletas de armas o los canales que usan para ingresarlas?
Hay muchos temas que deben corregirse. El problema carcelario tiene fallas estructurales. Superar todos estos conflictos no es fácil. Hay que hacerlo y uno de los principales problemas es la corrupción. Hay que elevar el desempeño ético de los funcionarios que laboran en el sistema penitenciario.
La Comisión de Pacificación, nombrada por el Ejecutivo, denunció que hay policías que son “brazos derechos de los cabecillas” y que los protegen. ¿Los han identificado?
Hay muchas cosas que se dicen, pero que no existe la evidencia necesaria. Invito a la Comisión, que de haber detectado los indicios necesarios como para hacer esa aseveración, los presente. Me encantaría presentar la denuncia pública en la Fiscalía con estos hechos. La intención nuestra es actuar con transparencia y así lo vamos a hacer.
¿Pero hay o no policías investigados por actos de corrupción en las cárceles?
Sí. La depuración en la Policía es permanente. La Policía tiene un plan de transparencia y eso continuará. Mientras más se controle a instituciones como la Policía más garantía de libertades y derechos hay para el ciudadano.
¿Cuántos policías son?
No tengo la cifra exacta.
En octubre pasado la Asamblea dijo que no hay escáneres, sensores, inhibidores y cámaras en las cárceles. ¿Seguimos con esos problemas?
Estamos siguiendo las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El presidente Lasso ha manifestado su voluntad de que así sea y está dispuesto a hacer las inversiones que se requieran. A mí me corresponde ir construyendo los proyectos para alcanzar los presupuestos necesarios y que esto cambie la realidad que estamos viviendo en el sistema.
¿Por qué recién se tomó la decisión de trasladar a los cabecillas a la cárcel de La Roca?
No puedo responder por las acciones de otras personas. Sin embargo, hoy se tomó la decisión porque se tenía las capacidades, es bastante probable que antes aún no estaban listas estas instalaciones.
¿Y hoy lo están al 100%?
No al 100%, pero sí dan las condiciones para empezar con este traslado y cuando más gente siga generando incidentes o que vayamos deteniendo a personas de altísima peligrosidad, seguirán ocupando los espacios que existen ahí. En este mes se habilitarán las 100 celdas al 100%.
¿Hay alertas de que vayan a darse hechos de violencia por el traslado de los cabecillas?
Hay venganzas siempre de los poderosos, pero vamos a estar preparados, más allá de los hechos que puedan causar. El Estado está decidido a parar esta irracionalidad y estas masacres.
¿Qué tipo de tecnología tiene esta cárcel para que los cabecillas no tengan comunicación con sus aliados?
Hay medidas restrictivas con las que tienen que convivir en el interior. Entre esas es una persona por celda y mecanismos que permiten el contacto físico para evitar la corrupción. También horarios diferenciados y momentos individuales en el patio.
La violencia ha traspasado las cárceles. Guayaquil y Durán se han convertido en el bastión de las mafias. ¿Cómo van a recuperar su control?
La costa del Pacífico y las fronteras son ciudades que presentan una tendencia creciente de violencia y extrema irracionalidad como las decapitaciones. La visión de largo plazo es cambiar lógicas en el sistema educativo. Las personas que están perdiendo la vida y están en el sistema carcelario son jóvenes que no tuvieron oportunidades.
Hoja de vida
Patricio Carrillo fue designado nuevo Ministro del Interior el 30 de marzo de 2022. Fue Comandante General de la Policía entre el 2020 y 2021.
Obtuvo un doctorado en Administración, por la UTPL. Es Magíster en Diseño de Políticas Públicas, por la Universidad de Chile y la Academia Federal del Brasil. En 2016, fue el encargado de la seguridad en Pedernales.