La creciente iba tomando fuerza mientras avanzaba por las vías y arrasaba con todo a su paso. “Entre más escombros generaba, la devastación tomaba más fuerza, este flujo se asemeja a la fuerza de una erupción volcánica”. Así explica Cristian Rivera, especialista en Gestión de Riesgos, lo ocurrido en La Comuna y La Gasca. Desde la parte alta de las faldas del Pichincha bajó la tierra desprendida, por el agua acumulada, con maleza, troncos, piedras. Hubo rocas del tamaño de un vehículo. Se formó un flujo de lodo espeso que descendía por las calles y arrasaba con todo a su paso.
Personas fallecidas, otras heridas, casas destruidas, vehículos arrasados… ocasionó el aluvión. Y un gran lodazal que sigue ahí, casi como una extensión de la montaña hasta el asfalto.
¿Cuán grande es el lodazal?
La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) retiró en estos últimos días más de 4 500 metros cúbicos de escombros, es decir alrededor de 450 viajes de volquete. Con las labores de limpieza, en La Comuna y La Gasca, se proyecta recolectar al menos 20 000 metros cúbicos de lodo y escombros.
En la Secretaría de Seguridad se informó que un total 96 volquetes de las empresas públicas y privadas que se han activado para la remoción de escombros. Daniela Romero, del colectivo Constructores Positivos, informó que ha donado el trabajo de cinco volquetes y hacen un llamado a que más empresas privadas se sumen con maquinaria pesada.
Fernanda Roldán, coordinadora de escombreras y obras civil de Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs) dijo que estos 20 mil metros cúbicos de escombros representa alrededor de 1 666 viajes en volquete, pues cada una tiene una capacidad de 12 metros cúbicos.
Explicó que, los escombros producidos tras la emergencia son destinados a escombreras autorizadas y otros puntos adecuados y dispuestos por el COE Metropolitano, en el marco de la emergencia. Estos son: Escombrera de El Troje, Escombrera de San Antonio, Escombrera de Oyacoto, Escombrera de Pomasqui.
El COE Metropolitano dispuso un punto de acopio en el Parque Bicentenario tras una evaluación técnica. “En este lugar Emgirs brinda apoyo con 14 funcionarios técnicos operativos, tres volquetes, dos tractores y una excavadora, a fin de disponer de los escombros de manera adecuada” detalló la funcionaria.
Mientras que, aproximadamente, 250 trabajadores de la Epmmop laboran con 30 volquetes, nueve mini cargadoras, tres motoniveladoras, tres cargadoras frontales, dos retroexcavadoras y herramientas manuales. Han estado operativos todo el tiempo con el objetivo de recuperar la circulación peatonal y vehicular, en la zona cercana a la av. La Gasca como Santa Clara y La Mariscal.
De acuerdo con Sigifredo Aldás, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha, la superficie afectada tiene un área aproximada de 165 000 metros cuadrados. Es lo que ocupa el desastre, desde la parte superior de la Occidental hasta la avenida Colón y Amazonas, explicó.
Representa el área de ocho estadios olímpicos. Mientras tanto, en lo que respecta al volumen de metros cúbicos de lodo, esto representaría “dos estadios olímpicos llenos a un metro de altura”.
Diego Jurado, director del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Metropolitano, explicó que los aluviones son sedimentos arrastrados por un flujo de agua por una ladera, quebrada o cauce. Estos flujos transportan rocas, hojas, ramas, árboles y otros elementos que van desprendiendo a su paso que, al alcanzar gran velocidad, causan pérdidas humanas, daños estructurales y materiales.
El aluvión recorrió alrededor de 11,2 kilómetros, desde la Av. Occidental hasta la Av. Colón y Amazonas, por su paso arrasó con postes de luz, autos, viviendas, animales, árboles y cobrando vidas humanas.
Para Cristian Rivera, decir que este desastre se debe solamente a la fuerza de la naturaleza, no es correcto. Él considera que hubo una alerta meteorológica . También dice que la ciudadanía y las autoridades debían realizar un monitoreo y dar un mantenimiento a estas zonas de las laderas del Pichincha.