La contratación de las primeras obras en campo para la explotación del ITT ya se inició antes del 20 de abril pasado, cuando se presentó un informe a la Asamblea sobre el bloque 43, denominado también Ishpingo-Tambocoha-Tiputini (ITT).
Ese informe fue elaborado por el Ministerio de Recursos No Renovables y revela los avances que tiene este proyecto estratégico para el Régimen, debido a la cantidad de reservas de petróleo que se puede extraer del parque Yasuní, donde hay 919,7 millones de barriles de crudo pesado.
De acuerdo con la página 6 del informe presentado por el Ministerio, en Tiputini, que se encuentra fuera del parque Yasuní, actualmente está en proceso de licitación las obras civiles para el desarrollo del campo y la compra de generadores y la planta de tratamiento de agua para el campamento de fiscalización.
También, ha finalizado el proceso de compra de campers para la instalación del campamento de fiscalización.
La estatal Petroamazonas es la encargada de sacar adelante este proyecto, el cual permitirá que la producción de crudo repunte a partir del 2016.
Para que los cronogramas se cumplan ya se está desarrollando la documentación para la licitación de equipos como transformadores de potencia, la línea para distribución de energía, cuartos eléctricos y celdas de mediana tensión dentro de los sistemas de generación y distribución eléctrica.
Estos procesos iniciaron antes de que se conocieran los resultados del proceso de recolección de firmas para llamar a la consulta sobre la explotación del crudo del ITT o la conservación bajo tierra de petróleo.
¿Por qué se iniciaron estas contrataciones pese a que no se conocía el resultado del proceso de recolección de firmas? Son procesos que se adelantan, pero que pueden ser suspendidos en cualquier momento o redireccionados a otros proyectos de la empresa; de manera que no es un trabajo que significa avances físicos”, respondió la petrolera estatal Petroamazonas a través de un correo electrónico.
El informe presentado a la Asamblea no precisa el monto de la inversión que está en juego con la licitaciones en marcha ni cuántas empresas están participando.
En el portal del Servicio de Compras Públicas no se encuentra información sobre estas contrataciones, tanto en los procesos regulares como en aquellos procesos de régimen especial o emergencias.
Para el consultor jurídico en temas petroleros, Luis Calero, el tema de la recolección de firmas no creaba una obligación legal para que el proyecto deba detenerse, ya que se obtuvo la declaración de interés nacional por parte de la Asamblea. “La expectativa de que la población se pronuncie contra la explotación no tiene la obligación legal para detener el proceso“.
Calero advierte , sin embargo, que no hay transparencia en el informe enviado a la Asamblea sobre cuánto se ha invertido en el proyecto, a quién se ha contratado y cuánto costará las facilidades de producción.
De acuerdo con la Ley de Hidrocarburos, en el caso de la explotación de crudos pesados, como es el caso del ITT, se tiene que especificar además cuál es el plan para industrializar ese crudo, lo que tampoco consta en el informe.
No obstante, en el informe se precisa que se construirán 11 plataformas de producción: tres en el campo Tiputini, tres en Tambococha y cinco más al norte del campo Ishpingo. En cada una se perforarán 30 pozos, es decir, 330 en total.
A dicionalmente, se está realizando distintos estudios topográficos y de desarrollo de ingeniería básica.
El documento señala que se mantiene el objetivo de empezar la producción de crudo a finales del 2015, con una extracción de 2,2 millones de barriles durante ese año. Sin embargo, debido a las inversiones y costos operativos, el ITT no generará dividendos para el Fisco sino hasta el 2016.
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