Puede que parezca que estás un poco loco al principio, pero estudios han demostrado que hablar solos ayuda a la concentración. Foto: Captura.
Es probable que escuches a medianoche esas vocecitas en tu interior que te dicen: “ve al refrigerador, cómete el pastel”. Bueno, esas palabras no te harán precisamente un genio, quizás un genio gordito, pero para lograr ‘nuevos niveles de inteligencia’ necesitarás también escuchar a otras voces que tratan de hacerte reflexionar.
¿Reflexionar sobre qué? bueno, sobre las acciones de tu día a día, las tareas de la escuela, el cumple de la abue y hasta la estrategia 3 121 para perder el miedo a la chica o chico que te gusta.
¿Cómo sucede? Para la psicóloga clínica Tatiana Criollo, el hablar solo permite ordenar los pensamientos y generar mayor comprensión. Por eso, si al volver de clase, repitieras la ecuación que no te salió bien y la haces en voz alta, como si narraras un documental, seguramente podrías encontrar la perspectiva y la respuesta que te falló en clase.
Y en verdad que hacerlo no se trata de una cosa de locos. Según una investigación de las Universidades de Wisconsin y de Pennsylvania (Estados Unidos), el hablar solo estimula el cerebro y ayuda a concentrarse mejor en una tarea o un problema a resolver, como la ecuación fallida en la clase de matemáticas.
Lastimosamente, el efecto no aplica cuando le hablas al televisor mientras ves un partido de fútbol. Quizás el Tano Pasman no esté totalmente de acuerdo, pero definitivamente los jugadores no pueden escucharte y ahí sí por más que alces la voz, ni los futbolistas ni el técnico lograrán oír tu magnífica estrategia para derrotar al rival.
Video: YouTube, cuenta: Martín Pierdomenico
Criollo comenta que conversar con uno mismo permite al cerebro mantenerse procesando ideas constantemente y eso es clave para la adquisición de conocimiento mediante el lenguaje, o inclusive para sortear eventos que causan preocupación.
A sus 30 años, Verónica Andrade concuerda con lo anterior y afirma que el hablar sola le ayuda a prepararse cuando tiene una cita importante de trabajo o a nivel sentimental. Pensar qué podría decir y de qué manera es algo que se logra hablando solo, comenta.
Seguramente ese te faltó en el intento 3 120. Para el 3 122 bien podrías pararte frente el espejo y enunciar un discursivo emotivo y lleno de frases contundentes. Si necesitas ayuda podrías apoyarte en la entrega del Oscar a DiCaprio, Leo sí que sacó lágrimas de emoción.
Por otro lado, el estudio llevado por las Universidades de Estados Unidos da cuenta de la necesidad de escuchar tu voz cuando preparas o alistas una tarea- aunque esta no suene igual que en tu cabeza, pero de eso hablaremos próximamente-.
Los investigadores realizaron un experimento con 20 voluntarios que consistía en encontrar diferentes objetos dentro de una habitación. Aquellos individuos que repitieron el nombre mientras buscaban terminaron en menos tiempo la prueba que aquellos que no lo hacían.
Para los profesionales, si ya se conoce cómo es ese objeto, repetir el nombre de esa cosa en voz alta ayuda a nuestro cerebro a reactivar esa información visual y eso facilita la búsqueda.
Sin embargo, no sólo la inteligencia es un factor que se beneficia de lo que en psicología se conoce como introspección. Las personas que hablan consigo mismas logran tomar mejor sus decisiones personales, sociales o sentimentales, y, por tanto, en palabras de Criollo, encuentran en la comunicación el primer medio para resolver sus conflictos.
Francisco Reyes, de 21 años, afirma aquello y considera que luego de una larga jornada, hablar para sí mismo le ha permito criticarse, darse cuenta de errores y virtudes. Reflexionar sobre lo que salió bien y lo que no es clave para crecer, agrega.
Además, Andrade y Reyes comentan que en áreas como el canto y la oratoria el hablar solo ayuda a prepararse para enfrentar al público. Cómo manejarse en escenario y cómo agradar al público son acciones que se perfeccionan en solitario, sostienen.
Por último, Criollo comenta que sí podrían existir riesgos cuando de soliloquios personales se trata. Por ejemplo la alucinosis, que surge cuando admites algo irreal que solo está en tu cabeza, como creer que el pastel del refrigerador en verdad te llama a media noche a charlar. Por favor, ¡no te lo comas!
Pese a ello, el riesgo más cercano para la profesional está en la posibilidad de juzgarse negativamente. En repetirse palabras de fracaso o condena por los errores cometidos. Con ello se está programando al cerebro de forma negativa, finaliza.
De cualquier forma, si el intento 3 122 vuelve a fallar no tengas miedo y te tires a morir. Vuelve a pensarlo, a hablarlo y a visualizarlo. Escuchando tus palabras podrías tener nuevas respuestas para continuar.