Cuando terminas una relación amorosa significativa, parece que tu mundo se cae a pedazos. Aquí algunos consejos para no caer en depresión. Foto: Captura.
Lloras, te emborrachas, duermes poco y repites el proceso eternamente. Esa es básicamente la rutina cuando recién has terminado una relación importante. Tu almohada ya parece una esponja de tantas lágrimas que has dejado y tus amigos, aunque no te lo digan, ya están hasta la coronilla de tus lloriqueos.
Terminar una relación a largo plazo puede ser un proceso doloroso, pero no es el fin del mundo- aunque así lo parezca-. Ansiedad, depresión e inseguridad pueden ser algunos de los efectos psicológicos y neurológicos que puede tener una ruptura. Sin embargo, este artículo te puede servir para tomar con mayor tranquilidad una separación tormentosa.
El psicólogo clínico y especialista en terapia de parejas, Javier Rodríguez, asegura que no todas las rupturas son iguales. Dependen mucho de la intensidad de la relación, así como del tiempo que la pareja estuvo junta.
Pero además de esto, existe otro factor importantísimo que puede hacer que una relación que termina pase de ser una tristeza leve y necesaria a un verdadero martirio. “Depende mucho del tipo de apego que tenga la persona hacia su pareja”, afirma Rodríguez.
Según el psicólogo, más allá de que la relación sea larga o significativa, si es que tienes un afecto inseguro hacia esa persona, “las reacciones cerebrales se van a incrementar muchísimo más”. Una dependencia insegura conlleva idealizar demasiado a tu pareja. Esto te lleva a anular tus propias virtudes, a culparte a ti mismo y, por lo tanto, a bajar tu autoestima.
¿Qué es lo que pasa en tu cerebro cuando terminas una relación? Rodríguez explica que los efectos a nivel neuronal son muy parecidos a cuando una persona está en duelo por el fallecimiento de un cercano. “Se han hecho estudios con escáneres cerebrales que muestran que cuando tienes una ruptura amorosa, se activan las mismas regiones cerebrales que cuando muere una persona cercana o cuando el paciente tiene depresión”.
Si la persona tiene un apego seguro hacia su expareja, la tristeza puede durar unos meses. Esto es totalmente normal. Sin embargo, puede también darse lo que los psicólogos llaman duelos complicados, que son una serie de reacciones psicológicas que pueden extender la tristeza hasta más de un año, convirtiéndola así en inicios de depresión.
Según el doctor Pablo García, también psicólogo, es natural que una persona entre en un estado de tristeza profunda cuando termina una relación significativa, pero advierte que “esto mismo puede llevar a una depresión más severa si la persona no logra controlarlo”.
Cuando estás con una pareja, secretas una serie de hormonas que te dan una sensación de felicidad: endorfinas, oxitocina, serotonina, entre muchas otras que tienen que ver con lo sentimental, así como también con la parte sexual. Cuando terminas con alguien, sucede el proceso contrario, según García. Lo que pasa es que “comienza a haber una falta de secreción de hormonas”, asegura.
Ahora bien, ¿qué se puede hacer para evitar caer en una ruptura tortuosa y poder tomarla con mayor tranquilidad? “Lo importante es aceptar el duelo. Es un poco descubrir qué hubo en mí para que hayan sucedido ciertas cosas”, asegura Javier Rodríguez.
El terapeuta asegura que una relación se construye entre dos personas y que una ruptura es igual. “Más allá de lo que haya sucedido, es importante darnos cuenta de nuestra propia responsabilidad”, agrega.
Es importante entender que, si tuviste una relación importante para ti, vas a estar triste. Pero, según Rodríguez, debes tratar de ocuparte en algo, “porque si te quedas dándole vueltas al asunto, te vas a enfocar en los aspectos negativos y catastróficos”.
Como recomendación final, Rodríguez puntualiza que se debe intentar no vivir tanto ni del pasado ni del futuro. “Es crucial disfrutar del aquí y el ahora”, concluye.
En otras palabras, sal, diviértete, pasa tiempo con tus amigos, vive tu rutina diaria y no dejes que esta mala experiencia se apodere por completo de tu cotidianidad. Inevitablemente vas a pensar de vez en cuando en los momentos bonitos de tu relación, pero tómalo con tranquilidad y no dejes que estas ideas te nublen la mente.