En el hospital Luis Vernaza, el área de Cardiología atiende a unos 300 pacientes por día en Consulta Externa. Cerca del 60% es mujer. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Se le elevó la presión arterial “porque estaba enojada”. Un retraso en su cita médica la molestó y el tensiómetro marcó 142/81. Pero el resultado no es cuestión de una simple emoción. “No me siento bien. Desde hace unas semanas me sofoco, y si subo 10 escalones me ahogo”.
Cecilia Mora tiene 48 años. Es madre de tres hijos y en su trabajo le dieron permiso solo hasta el mediodía para acudir a un chequeo cardiológico. Los antecedentes de hipertensión en su familia la obligaron a esperar su turno en una sala repleta de Consulta Externa del Hospital Luis Vernaza.
Hipertensión, enfermedades coronarias, isquemias cardíacas… Las enfermedades cardiovasculares acaban con más mujeres que el cáncer de mama, según datos globales.
“Es 30 veces más probable que se mueran del corazón que de otra enfermedad”, explica Miguel Quiñones, jefe de Cardiología del Hospital Metodista de Houston (EE.UU.). En noviembre visitó Guayaquil para hablar del corazón de la mujer y los esfuerzos internacionales para acabar con un grave estigma a la hora del diagnóstico médico: el corazón de la mujer no solo sufre por amor, estrés o problemas familiares.
Pero los síntomas inespecíficos en ellas conspiran al definir el cuadro clínico. Un poco de fatiga, angustia, sudoración, palpitaciones, quizás alguna molestia estomacal. Pero en pocas ocasiones es dolor al pecho que siente el hombre cuando tiene un infarto. “Solo un 20 a 25% de las mujeres experimenta los síntomas clásicos”.
Quiñones afirma que muchos de estos casos no pueden ser graves. Sin embargo, recomienda a los especialistas prestar más atención y no reducirlos a causas emocionales.
“Desafortunadamente, muchos médicos generalistas no conocen bien el tema y les dicen: ay, es que estás trabajando mucho, tómalo con calma. Y no se dan cuenta de que podría ser un síntoma cardíaco”.
Si bien las estadísticas son casi similares para ambos sexos, el cardiólogo Yan Carlos Duarte dice que las atenciones médicas son más dirigidas a los hombres. “Es usual que se atienda más al hombre, que se le hagan más exámenes al hombre, que se opere más al hombre.
Hay que cambiar eso”.
El área de Cardiología del Luis Vernaza, donde Duarte labora, llegan a diario unos 300 usuarios. El 60% es mujer. “Ellas vienen más por prevención”.
La edad es una señal de alerta. Los médicos coinciden en que después de los 50 los controles deben ser más rigurosos en las mujeres.
Ernesto Peñaherrera, jefe del Servicio de Cardiología del Luis Vernaza, explica que antes de esa edad están protegidas por su sistema hormonal estrogénico.
Luego de pasar ese límite son más propensas a males cardíacos.
Educar y empoderar a la mujer en el cuidado de su salud cardiovascular es uno de los mensajes que Quiñones difunde en sus charlas. En un conversatorio en el teatro Sánchez Aguilar, en Samborondón, el especialista motivó a las asistentes a conocer sus números.
“Ustedes cuidan de la familia y ponen su salud en segundo nivel. Pero hay que hacer un alto y conocer cuál es su presión arterial, su colesterol, su circunferencia abdominal. Deben controlar su dieta y ejercitarse”.
Incluso dio tips tecnológicos, con aplicaciones útiles para descargar en ‘smartphones’ y seguir un control cardiovascular continuo. Una de ellas es ASCVD Risk Estimator, del Colegio Americano de Cardiología, que da un diagnóstico luego de ingresar datos.
En contexto
Cada día, unas 24 000 personas mueren en el mundo por enfermedades relacionadas a factores de riesgo (el 50% es mujer). En Ecuador, de las 62 900 muertes registradas en el 2014, cerca de 13 000 estuvieron vinculadas con enfermedades cardiovasculares (6 800 hombres y 6 240 mujeres).