En el parque Qmandá, los chicos aprovecharon el tiempo libre para hacer ejercicios. Foto: EL COMERCIO
Hoy se retoman las clases en el ciclo Sierra y Amazonía. Luego del periodo de vacaciones por el final del primer quimestre, muchos padres han cuestionado este tiempo libre que tienen sus hijos, porque representa un problema frente a la organización de los hogares.
El Ministerio de Educación explicó que la medida tiene lógica y no se cambiará. Los estudiantes, luego de un proceso formativo, requieren de un descanso para comenzar un nuevo proceso de estudio. Esto ayudará, según la Cartera, a que en el segundo quimestre el proceso de aprendizaje sea mejor y puedan culminar con éxito el año escolar.
Sin embargo, para aliviar en algo el problema del tiempo para los padres, algunas instituciones educativas enviaron tareas para los chicos y otros tuvieron clases extras. Aunque no fue algo generalizado.
La aplicación del régimen de quimestres para los establecimientos educativos públicos, fiscomisionales, municipales y particulares empezó en el año lectivo 2012-2013.
Paola Chacón tiene 29 años. Para ella las vacaciones quimestrales son un problema porque trabaja y no puede cuidar a su hija. “Durante dos semanas tuve que mandarla a casa de mi padre para que una tía me ayudara a cuidarla (…). La mayoría del tiempo pasó viendo televisión y jugando con un prima de 5 años”.
El Ministerio de Educación incluyó este periodo vacacional dentro de su calendario escolar. No obstante, todavía no se ha realizado una evaluación sobre cómo afecta este espacio a los hogares y a las empresas, por las dobles vacaciones.
Para la entidad, los padres y compañías deben “revisar los calendarios fijados” para los regímenes Costa y Sierra y Amazonía, para que se organicen con antelación los tiempos y actividades de papás y alumnos.
Pero las empresas se han visto abocadas a elaborar un cronograma tentativo de vacaciones de sus colaboradores desde enero, para no dejar descuidada ningún área, explica Edwin Castro, principal de Recursos Humanos y Administración de Manpower (prestadora de servicios y selección de personal).
Se busca que los clientes externos no sientan la reducción del personal. “Pero pese a eso (las vacaciones) sí influyen en la cotidianidad laboral. Quienes trabajan con proyectos, por ejemplo, se ven obligados a adelantar el trabajo para poder salir sin pendientes. Eso puede afectar el volumen y la calidad del trabajo ”, refiere Castro.
Entre las que más sintieron el cambio fueron las de tipo comercial y de ventas. Cuando los colaboradores, que son el motor, se ausentan, baja la productividad de las empresas.
Aunque este problema no solo ocurre por salir del trabajo. Quienes no pudieron tomar vacaciones para estar con sus hijos tuvieron mayor estrés, según explica Renato Ortiz, experto en talento humano de www.evaluar.com. El problema es que los padres debían buscar una casa que reemplazara a la escuela, por lo general de un familiar que no trabaje como tíos, abuelos o hermanos, para dejar a los pequeños. Su atención no se enfocaba en el trabajo, sino en saber cómo estaban.
En el hogar de Sandra Quiguango se dividieron las vacaciones. Su esposo las tomó estas semanas para quedarse con su pequeño Matías, de 12 años, aunque no pudieron viajar. “A diferencia del anterior año en el que mi hijo pasó aburrido, este pudo divertirse un poco más. En el colegio le mandaron tareas ‘on line’ de inglés para todos los días”.
Para el sector turístico, las vacaciones del ciclo Sierra y Amazonía no fueron significativas económicamente, porque en el feriado largo de Navidad y Año Nuevo del 2014 muchos ecuatorianos ya viajaron dentro y fuera del país y salir nuevamente a hacer turismo representaba un mayor presupuesto, aunque todavía no hay cifras de movimiento turístico de este mes.. A esto se suma que en este mes sí se pagan pensiones de colegios y los rubros extras que forman parte de la educación; mientras que en agosto se puede destinar este presupuesto para las vacaciones familiares.
Paola Quespaz tiene dos hijas, Emily y Valentina Rojas, de 13 y 10 años. Un viaje a la playa con toda su familia fue una opción que se le cruzó por la cabeza, pero no la pudo concretar por falta de dinero.
Para la psicóloga educativa Ivonne Álvarez, es importante que en estos tiempos de descanso obligatorio los padres traten de inscribir a sus hijos en cursos cortos de pintura, dibujo, danza o natación para mantenerlos activos.
En ese sentido, el Municipio de Quito organizó cursos y talleres para los niños. “En estas vacaciones más de 600 niños que participan de los programas de la Unidad Especial Patronato San José asistieron a los cursos. Siguieron talleres de música, capoeira, manualidades… Los padres se quedaron tranquilos porque sus hijos se mantuvieron en una actividad de aprendizaje y estuvieron cuidados”, explicó María Fernanda Pacheco, presidenta de la Unidad Especial.
La idea es ampliar la oferta de vacaciones, para que los padres no deban tomar descansos.