La cámara puede colocarse en pósteres, vitrinas, carteleras, paradas de buses, etc. Foto: www.digitalavmagazine.com
Redacción Sociedad sociedad@elcomercio.com
Con un sensor de video instalado en una cámara se puede determinar cuántas personas están en un ángulo de visibilidad determinado y qué tiempo permanecen ahí. Además, qué cantidad son hombres y mujeres, su rango de edad y cuántos miraron fijamente el sitio donde está la cámara.
Estos dispositivos se están usando especialmente en carteleras digitales publicitarias. La ventaja que ofrecen a los publicistas y especialistas en mercadeo es que la información que se recaba se transmite en tiempo real, para que sobre la marcha se puedan tomar decisiones.
Supongamos que colocamos un video donde se ofertan paraguas rosados, dice Diego Sarrade, de NeoMedia, y el escaneo arroja que en el sitio hay más hombres que no lo están viendo. Entonces, se puede cambiar el video de la cartelera y poner un paraguas negro, que probablemente atraerá más a esos clientes.
En Ecuador, ese tipo de tecnología, conocida como de rastreo facial u OptimScreen, se está utilizando en las pantallas de instituciones bancarias y empresas públicas de servicios. Ahí se transmiten productos audiovisuales para aligerar la espera de las personas.
El dispositivo, que funciona con sensores, permite evaluar si los contenidos están cumpliendo esa misión.
Una de las ventajas es que el sistema transforma todas las capturas de imágenes a ceros y números (digitaliza). Esto para no archivar tomas ni vulnerar la privacidad de las personas.
Se emplea tecnología de la empresa Quividi, especialista mundial en la medición de audiencias. Los sensores se puede mplementar también en tiendas minoristas, centros comerciales, boutiques, agencias de viajes, centros de transporte, restaurantes, museos, paradas, etc.
En Europa, cerca de 6 000 pantallas de publicidad digital tienen este tipo de sistemas y se encuentran al aire libre.
Visualizan cerca de 50 millones de personas cada semana.
Se busca que, a corto plazo; la promoción de productos, marcas o mensajes se personalice, de tal forma que cambie en tiempo real, según cada consumidor que se posa frente a una vitrina inteligente.