Los polÃticos hoy en dÃa hacen cosas que creÃamos vetadas. Se encaraman verdes y Maduran en el poder, encarcelan a los competidores y ganan elecciones, colocan paniaguados como jueces y legisladores y se vuelven eternos. Sucede en todas partes, incluso en España, miembro de la Unión Europea.
El socialista Pedro Sánchez, perdió las elecciones, pero armó mayorÃa juntando a todos los polÃticos malditos: prófugos, terroristas, separatistas, comunistas, todos están recibiendo el precio pactado para entregarle el poder. No gobierna realmente, lo hace un prófugo de la justicia desde Bélgica exigiendo indultos, amnistÃas, cambio de leyes, control de presupuestos, migración y policÃa; revisión de fallos judiciales y castigo para los jueces que le condenaron.Â
Nuestro más joven presidente llegó al poder con un milagro polÃtico que no se ha podido explicar. En la campaña electoral no confrontó con nadie, aseguró que no subirÃa impuestos, que garantizarÃa la seguridad ciudadana y que mantendrÃa a los presos flotando en el mar.
Ya en el poder, se ha vuelto locuaz, declaró la guerra y subió los impuestos. No sabemos quién es Daniel Noboa; está en ese punto desde el que puede convertirse en un estadista o a partir del cual puede aparecer otro autoritario. Puede hacer lo mismo que todos o sorprender a todos.
Será un estadista si supera las presiones de los grupos de interés; si rebasa la polÃtica electoralista y busca el cambio que todos prometen y nadie cumple; si reduce el gasto público, elimina a los parásitos que viven del Estado y alienta a la empresa productiva y generadora de empleo; si descubre el Ecuador de las maravillas para quien trabaja.
Puede derivar en autoritario si es atrapado por las mieles del poder; si empieza a ver la realidad como la pintan los adulones; si comienza a ver en los ecuatorianos sumisos o sediciosos, amigos o enemigos; si es seducido por su propio discurso y termina creyendo que es más importante la reelección que la elección.