Redacción Quito
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El caos vehicular que se genera todos los días en la calle García Moreno, en el Centro Histórico, molestó a Raúl Narváez, quien se dirigía a El Tejar, el viernes.
La falta de sincronía en las señales luminosas ocasionó congestión a lo largo de esa vía.
Por ejemplo, cuando el semáforo de la intersección de la García Moreno y Olmedo indica la luz roja para los vehículos que se dirigen al sur, una cuadra adelante, en la intersección con la Mejía, la luz está verde y no permite un flujo regular.
Cinco consejos
Con la luz amarilla deténgase y evite quedarse parado justo en la intersección de la vía. Eso genera congestión.
Si hay luces intermitentes amarillas, deténgase, mire a sus dos lados antes de seguir adelante. Esto ocurre en las noches.
Si está activada la luz roja, no se pare sobre el paso cebra. Respete a los peatones, incluso cuando haga giros a la derecha o izquierda; el transeúnte tiene preferencia.
En caso de que usted fuera viandante o ciclista y haya semáforos peatonales o de bicicletas, respete estas señales luminosas ; no cruce la vía en diagonal.
Para reportar el daño de un semáforo puede comunicarse con el 2691 791 de la Policía.
El vocero de la Dirección Nacional de Tránsito, Juan Zapata, admitió que la mala sincronización de los semáforos de la ciudad es uno de los factores que contribuye al caos. En la ciudad existen 1 031 intersecciones semaforizadas. De estas, 596 son operadas por la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Emmop) y 435 están a cargo de la Policía.
De las 596 del Municipio, 390 corresponden a los carriles exclusivos del Trolebús, Ecovía (y sus áreas de influencia, corredores Central Norte (avenida América – De la Prensa – Diego de Vásquez), Sur Oriental (avenidas Maldonado, Cóndor Ñan y Huayanay Ñan).
Para Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio de Movilidad, este manejo compartido no permite administrar de una manera eficiente el sistema de semáforos de la ciudad. Otro ejemplo de eso ocurre a lo largo de la calle Oriente, en el centro. En cada intersección, el semáforo indica una luz diferente.
El plan de Movilidad, presentado por el Municipio, propone crear un sistema centralizado para el control de semáforos.
Diego Morales, técnico del departamento de Ingeniería de Tránsito de la Policía, explicó que existen tres tipos de sistemas de control. Los más antiguos tienen un sistema mecánico de piñones y representa el 30% de los semáforos. Otro 60% de los semáforos funciona a través de una tarjeta digital programable y solo el 10% opera con un sistema microcomputarizado que permite programar varios ciclos en el mismo día y la instalación de sensores de movimiento para una programación automática, según el volumen de vehículos.
Por eso, Buendía aseguró que es necesario unificar el sistema de control de todos los semáforos para que estos puedan ser operados desde una central. “Otro problema es que la mayoría de semáforos está programado por tiempo y no por volumen de vehículos o peatones”.
En la calle Chile y Guayaquil el semáforo para los vehículos dura más de 60 segundos, mientras que el de los peatones apenas 15 segundos, aunque por el lugar cruzan decenas de personas.
Además, Buendía dijo que el número de vehículos y peatones que cruza por una intersección varía en el transcurso del día. Por eso, el sistema de semáforos debe responder a esta variación el flujo vehicular y peatonal.
La homologación de las señales luminosas también dificulta el tránsito de los peatones. En la intersección de la calle Pedro Fermín Cevallos y Antepara, por ejemplo, el semáforo peatonal pita para habilitar el cruce de las personas, pero en la av. América y Bolivia, la luz verde se enciende pero no tiene sonido.
Buendía explicó que la mejor alternativa es la instalación de semáforos peatonales con cronómetros digitales y de sonidos de advertencia para facilitar el cruce de las personas con capacidades especiales.
Zapata aseguró que la mala ubicación de un semáforo en lugar de facilitar el flujo vehicular genera largas filas de vehículos, reducción en el tiempo y la velocidad de viajes y estrés en los conductores y peatones.
Los pitos y la ansiedad de los conductores que avanzaban lentamente en la av. Gran Colombia, el pasado viernes, fue una muestra de aquello. En el sector de la Maternidad Isidro Ayora los buses y autos particulares circulan por un solo carril, esto sumado a la presencia de semáforos vehiculares y peatonales crea gran congestión en el lugar.
Además, desde hace varias semanas, las luces de algunos semáforos dejaron de encenderse. Esto, según la Policía, se debe a los continuos cortes de energía eléctrica en la ciudad que quemaron los focos.
Para mejorar la circulación, el Cabildo presenta hoy, a las 10:00, su plan, en el cual se incluye la restricción vehicular.