La ONU ha puesto su mirada en Ecuador dice no más, como un ejemplo para el mundo. ¿Cómo reciben este reconocimiento? Desde las Naciones Unidas se hizo un llamado a las organizaciones que crean que están haciendo cosas innovadoras.
Llenamos una serie de requisitos y en julio nos comunicaron que éramos finalistas entre 3 000 organizaciones de 350 países. Estamos en la categoría movilizar, y competimos con la campaña Julio sin plástico de Australia, la iniciativa de reciclaje más grande del mundo. El impacto es inmenso. Los ganadores serán anunciados el lunes 26 de septiembre.
¿Cuál es el impacto de este logro?
Hoy (el martes 20 de septiembre) viajamos a Alemania para ser capacitados por 29 líderes mundiales en cómo replicar el tema, fortalecer políticas públicas, crearemos alianzas entre las organizaciones finalistas y hablaré ante los líderes de la ONU.
Lo que les impactó es que hemos detectado una falla mundial: se dice que hay que creer a las víctimas de la violencia sexual; nosotros decimos que hay que creer en las víctimas, creer que con recursos psicosociales pueden transformarse en gestores sociales.
Esta y otras iniciativas han surgido de la sociedad civil, mientras el Estado sigue en deuda. ¿Cree que el reconocimiento es un llamado de atención al Estado?
Este es un logro de las víctimas. Detrás de mí y de Ricardo Vélez (también creador de la oenegé y su esposo) hay 100 000 personas a las que queremos decirles que un país tan chiquito ha logrado ser ejemplo, no por el Gobierno sino por quienes no nos quedamos en el sufrimiento.
Una niña que es violada por su padre todas las noches, que se levanta a desayunar con él, sobrevive y luego genera una campaña que cambia la historia, no se va a detener. Soy fuerte, valiente y es el mensaje que llevaré a la ONU, que cualquier víctima puede ser fuerte, entre ellas la mamá de la abogada María Belén Bernal.
¿Cómo proyectan lo que viene, principalmente para prevenir la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes?
Daremos impulso a la plataforma SUPvivors. Es una herramienta tecnológica de recursos psicosociales, con metodología de grupos de apoyo y mentoría, una mezcla entre Domestika y Facebook, que agrupará todo el material para que cualquier persona u organización pueda utilizarlo gratuitamente.
Tenemos guías para prevenir el abuso sexual en la niñez con discapacidad, para la prevención en el deporte. Estamos preparando una para la violencia producto de la inseguridad y por ahora nuestro grupo objetivo son las niñas y niños de las casas de acogida. Si llegamos a ganar en la ONU, la plataforma se pondrá al servicio mundial.
Al regresar de la ONU quiero sentarme con el presidente Guillermo Lasso, porque la prevención de la violencia sexual debe ser obligatoria.
Para que la coyuntura no ponga el tema en debate solo cada cierto tiempo, ¿hace falta trabajar más en políticas públicas o accionar las ya existentes?
No se trata de las leyes, sino de los funcionarios que deben cumplirlas. Lo vemos cada vez que hay un feminicidio, cada vez que hay una niña o niño violados, y se protege a la institución y no a las víctimas, en un proceso traumatizante y desgastante.
Falta invertir en campañas de sensibilización y visibilización. No olvidemos que el 85% de los abusos sexuales no se denuncia y apenas un 5% llega a una sentencia.
¿Qué hacer como sociedad frente a la violencia? En los últimos días hemos reportado múltiples hechos violentos en los que poco se hace.
Existe la intervención de espectadores, una técnica que nace en los 60, cuando una mujer fue apuñalada 70 veces en Estados Unidos frente a personas que caminaban. Si esto hubiera pasado hoy, además hubieran grabado, pero no actuado.
Ahí se dieron cuenta que cuando hay más de una persona viendo un acto violento, no actúan porque no tienen claro que eso es un acto violento. En un país que normaliza la violencia eso no está claro; ya vimos que mucha gente escuchó los gritos de la abogada María Belén Bernal y no hicieron nada. Nosotros creamos la guía Actúa, para la intervención.
¿Qué recomienda la guía?
Da cuatro pasos. El primero es detecta, para entender que si estás escuchando que pegan a la mujer de tu vecino es un delito. La segunda es delega: si sientes que no puedes meterte porque te da miedo, busca al policía.
El tercero es dirige; dirige tu atención a la víctima, ayúdala, sácala de ahí. La cuarta es documenta, para no quedarse solo en ayudar porque el tipo le va a pegar cuando tú te des la vuelta. Hay que denunciar.