El oscuro ingeniero agrónomo peruano, hijo de japoneses, Alberto Fujimori dio su primera sorpresa en 1990 cuando derrotó en la elección presidencial nada menos que al favorito, famoso y ya casi triunfante novelista Mario Vargas Llosa, quien no le perdonó nunca por ese atrevimiento y hasta ahora le ataca con cierta frecuencia.
Cuando Fujimori asumió el mando hizo tres atrevidas e interesantes promesas: recuperar la economía del Perú, que había sido llevada a la quiebra por el presidente populista Alan García; terminar con la temible guerrilla Sendero Luminoso, que sembraba el terror en el ambiente peruano y, finalmente, algo que parecía simplemente imposible: firmar la paz con el vecino del norte, el Ecuador.
Lo singular es que Fujimori cumplió las tres atrevidas promesas y, gracias a ello, el Perú saludó su recuperación económica. Por cierto, logró vencer a la guerrilla Sendero Luminoso y apresar al jefe Abimael Guzmán, quien fue condenado a prisión perpetua. Y lo que sucedió con el Ecuador es histórico. Fujimori dialogó con varios presidentes, comenzando por Rodrigo Borja, continuando con Sixto Durán, Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón y concluyendo con Jamil Mahuad. Sin que falte un viaje a Washington para dialogar con el presidente Bill Clinton. Tuvimos el gusto de participar en 15 vuelos de la paz, que culminaron con la cita de Brasilia, en 1996, y allí se concretó lo que antes parecía simplemente imposible. El Ecuador y el Perú son ahora buenos amigos. Con la circunstancia triste de que el ex presidente ecuatoriano Mahuad permanece en el exilio y el peruano Fujimori, 79 años, acaba de salir de la prision, luego de que fue condenado a 25 años.
Cabe anotar que Fujimori cumplió aceptablemente bien sus dos primeros períodos pero cometió un error al buscar su elección para un tercero, ya que -por considerar que se trataba de un abuso inaceptable- fue blanco de acusaciones y tuvo que abandonar la presidencia y fugar al Japón. Pero regresó yfue a dar en la prisión, acusado de violaciones de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad en Barrio Alto y La Cantuta y dos secuestros, lo que determinó una sentencia de 25 años. Con la circunstalencia de que su hija Keiko se convirtió en una política destacada y en dos oportunidades perdió la presidencia por un margen estrecho. La primera frente a Ollanta Humala y la segunda ante Pedro Pablo Kuczynsky. Pero ella y el partido fujimorista son potencias en el Perú y dominan plenamente el poder legislativo. Cuando resolvieron derrocar al presidente Kuczynsky, por acusaciones relacionadas -claro- con Odebrecht, surgió otro hijo de Fujimori, Kenji, que ya se había distanciado de Keiko,y salvó al gobernante PPK con 9 abstenciones que tuvieron un precio. La libertad del ex presidente Alberto Fujimori, quien estuvo preso diez años. El indulto tuvo otro precio alto: las tremebundas protestas de los anti fujimoristas. Pero don Fuji no morirá en la prisión. Keiko y Kenji siguen distanciados.Vargas Llosa está furioso.